Es posible dar una nueva vida, con nuevos
usos, a edificios que llevan décadas en pie. Los devastadores efectos de la
crisis en el sector de la construcción y en el de la vivienda han llevado a
muchas empresas a reinventarse y si antes construían algo desde cero, ahora lo
hacen a partir de la estructura de un edificio que ya existía pero que tenía
otros usos.
Es el caso del Casino de Mieres. Tras
décadas ofreciendo diversas actividades lúdicas, deportivas y culturales, y de
que el edificio funcionase también como alojamiento hotelero, sus propietarios decidieron
distribuir sus cinco plantas en nueve viviendas de uno a tres dormitorios, con
remodelación de fachada incluida. El bajo del edificio seguirá estando dedicado
a las actividades del Casino.
Algo similar le ocurrió a la conocida como Casa de Mata o casa de La Doctora, situada en La Pasera, justo enfrente del Casino. Este edificio, construido entre finales del siglo XVIII y principios del XIX y en el que destacan su corredor del segundo piso y los balcones del primero, fue adquirido hace algo más de una década por una conocida asesoría jurídica que lo remodeló para instalar en él sus oficinas, dedicando la última de las plantas a vivienda.
Se respetó en buena medida la fachada
original, que pasó de estar pintada en blanco y con relieves en piedra a estar
pintada en un color salmón y a tener los relieves en piedra cubiertos por losas
de azulejo.
Comentarios
Con la otra casa definitivamente no. Me parece que se cargaron la fachada, de piedra, con esas losas de mármol y ese color.