El colegio público Teodoro Cuesta
lleva seis décadas formando niños y niñas desde el corazón del popular barrio
de San Pedro. Los tiempos cambian y con ellos la educación y las metodologías.
Es lo que se observa en un centro que apuesta por enseñar a sus 114 alumnos a
través de aulas y rincones especializados en materias que escapan de lo que
tradicionalmente recogen los libros como la igualdad o la integración.
Conversamos con Juan Miguel Molinero,
que este año afronta su tercer curso como director de un centro que en los
últimos años, ha experimentado un notable repunte en las matrículas.
“En nuestras Cuencas Mineras, aún quedan actitudes machistas que la escuela pública no puede
permitir dentro de sus muros”
-Empecemos esta entrevista hablando de números.
¿Cuántos alumnos tiene en estos momentos el C.P. Teodoro Cuesta entre infantil
y primaria? ¿Cuántos profesores componen la plantilla del centro?
En el colegio hay 114 alumnos y alumnas. En cuanto al profesorado,
hay 17 docentes, algunos de media jornada y otros itinerantes.
-El colegio es uno de los más antiguos del concejo
ya que sus puertas se abrieron hace sesenta años, en septiembre de 1958, con el
nombre de Escuela Unitaria de Niños y Niñas de San Pedro. ¿En qué podría
parecerse y en qué diferenciarse la educación de hace seis décadas de la de hoy
en día?
La educación ha cambiado más en estas
últimas décadas que en los siglos anteriores, no lo digo yo, lo dice Howard
Garnerd, autor de las inteligencias múltiples. Tenemos
que pensar que las nuevas tecnologías han hecho posible que la información está
al alcance de todos. El papel del docente es de orientar y guiar hacia que ese
conocimiento lleve al aprendizaje.
-Sin dejar de comparar pasado y presente, ¿se
mantiene esa idea de colegio de barrio asociada a los orígenes del centro?
Alumnos jugando en una de las canchas del colegio |
En eso estamos, el lema del centro es
“Juntos somos fuertes”. Surgió de los niños y niñas del cole ya que vieron
necesario la necesidad de trabajar en equipo dentro y fuera del centro. Por
poner ejemplos concretos tenemos mucha relación con el Club Patín Mieres de
Hockey y con el I.E.S Batán con el que hacemos actividades conjuntas, así el
barrio se beneficia, ya que las diferentes instituciones son más fuertes.
-¿Notan o han notado las instalaciones el peso de
esas seis décadas en funcionamiento?
Sí, el colegio necesita reformas e
inversión de las instalaciones. Tengo el compromiso de Aníbal, el alcalde de
Mieres de pintar la fachada que lleva muchas décadas sin pintar. También, ya
tenemos aprobado un proyecto de la Consejería de Educación para unir los dos
edificios del centro y cambiar baños y
ventanas. Este es un trabajo mío como director que me roba muchas horas de
sueño, pero confío en que ambas instituciones respondan.
-En el proceso de documentación previo a esta
entrevista nos hemos encontrado con una serie de actividades y metodologías que
se siguen en el centro que a priori
resultan sorprendentes pero que tienen su por qué. Vamos a hablar de algunas de
ellas. ¿Qué nos puede decir de El Barrio?
El "Barrio" del colegio |
La manera de hacer cuenta, vaya que si
cuenta. Si a mí de pequeño me dicen que voy al aula de matemáticas,
posiblemente pondría mala cara. Sin embargo a nuestros niños y niñas les
decimos que vamos a jugar al “Barrio”. Resulta que de esta manera van felices y
dentro de este aula tenemos juegos matemáticos, un pequeño mercado, una
mercería, una zona con minerales, microscopios, pesas…
El resultado es que en una hora
haciendo, tocando, experimentando… se afianzan contenidos que rompen las
barreras de los libros y la pura teoría. Los libros son importantes, la teoría
imprescindible, pero que ellos hagan es fundamental para entender lo que se
trabaja en el aula. Es pura motivación para ellos y ellas. No solo se usa para
contenidos de matemáticas y naturales,
también se usa en inglés, con los niños que necesitan apoyo escolar.
Invito a todos los centros a que
intenten montar su barrio en un aula.
-¿Y del Rincón de Coeducación?
Un alumno hace la cama en el Rincón de Coeducación |
Cuando llegué al cole, algún alumno me
preguntó si yo ayudaba en casa a mi mujer con las tareas del hogar. Mi
contestación fue que no, yo no ayudo, simplemente hago mi parte, mi mujer la
suya y mi hija la suya. En nuestras Cuencas Mineras, aún quedan actitudes
machistas que la escuela pública no puede permitir dentro de sus muros. Cuando
van al rincón de coeducación, todo el alumnado hace la cama, pone la mesa,
tiende la ropa… No caben excusas ni culturales, ni religiosas…
En el Teodoro
Cuesta todos valemos lo mismo porque todos somos diferentes. La oportunidad de
la diferencia para trabajar juntos en hacer mejores ciudadanos, libres de
machismo, de prejuicios y llenos de respeto.
-¿Qué papel juegan en la educación de los niños las
distintas actividades ecológicas (reciclaje, ecohuerto, hotel para insectos…)
que se llevan a cabo en el colegio?
Muy importante, ya que van viendo que
los oficios no van ligados a sexos. Hay mamás policías, médicas, funcionarias
de prisiones. Las personas deben formarse en trabajar en aquello que les
apasiona, su condición de género no debe importar, la motivación y el esfuerzo
sí.
-Con la apuesta que tiene el colegio por la
ciencia, con actividades como Robotix, entendemos que las nuevas tecnologías
están muy presentes en el día a día de los alumnos, ¿no es así?
Alumnos haciendo un uso educativo de dispositivos electrónicos |
Totalmente. Apostamos por un uso
educativo de las TICs. Este año hemos invertido más de 6.000 euros en tablets,
miniportátiles, Smart TV…
La experiencia nos demuestra que bien
usadas, motivan y son inclusivas para todo el alumnado. Hay que pensar que el
analfabeto del siglo XXI es aquel que no sepa usar las nuevas tecnologías. Una
última reflexión: muchos de nuestros alumnos y alumnas van a trabajar en
oficios que aún no existen.
-El colegio también es muy activo en el uso de las
redes sociales, y es de los pocos del concejo que cuenta con un perfil en Facebook. ¿Cómo está resultando la
experiencia en las redes?
Lo que no se conoce no se valora. Como
director quiero que las familias y su entorno conozcan lo que se hace en el
colegio. Trabajamos mucho y bien, con nuestros fallos también, pero al menos no
jugamos al escondite con las actividades que hacemos en horario escolar. Cuando
las familias conocen lo que hacemos, participan leyendo con nosotros en el aula
o contándonos sus profesionesvaloran más nuestro trabajo y su predisposición a
ayudar a los maestros se multiplica.
-Hemos hablado del colegio, de los alumnos y de
algunas de las metodologías del centro, pero no de su director. ¿Cómo llega
Juan Miguel Molinero a comandar el C.P. Teodoro Cuesta?
Juan Miguel Molinero, colaborando en la presentación de una alumna |
Presenté proyecto de dirección para el
curso 2016-2017, tuve que competir con otros maestras que también optaban al
cargo. En la comisión de selección había maestros del claustro, miembros del
AMPA, una inspectora de educación y directores de otros coles de Mieres. Mi
proyecto resultó el más valorado y por eso asumo cuatro años de dirección que se
pueden ir prorrogando hasta doce. Espero quedar aquí mucho tiempo mientras la
comunidad educativa esté contenta con mi trabajo. Evidentemente tengo mucho que
aprender y mejorar.
-¿Qué es lo más positivo, lo más gratificante, de
dirigir un centro de estas características?
Hay un momento que puede resumir esta
pregunta. Cuando sobre las 9:05 ya todo el alumnado está en su clase y paseo
por los dos edificios y veo unos ambientes de aprendizaje que no vi nunca en
ningún colegio. Se respira enseñanza, cariño, respeto, equipo… Entonces pienso
que algo estamos haciendo bien desde el equipo directivo, el claustro, el AMPA,
todos.
Cuando veo que los niños son felices
en el colegio todas las horas que dedico a mi trabajo sé que han merecido la
pena. Nadie se imagina todo el trabajo que hay detrás.
-A lo largo de los casi diez años que llevamos
funcionando hemos charlado con directores de distintos colegios e institutos
del concejo. Todos ellos coincidían en que una de las cosas más aborrecibles de su labor es la
burocracia presente en el sistema educativo. ¿Comparte esta afirmación?
Sin duda. Hace poco en una reunión de
directores hubo quejas porque es un tema, sobre todo en el plan de gestión
económica que se está complicando en exceso. Una cosa es que haya control, soy
el primero que lo suscribo, otra muy distinta es que dediquemos tanto tiempo a
la burocracia. Tengo la enorme suerte de tener a mi compañera Encarnita en la
secretaria lo que me facilita enormemente mi trabajo porque he de confesar que
el tema del papeleo lo lleva muy mal.
-Mieres cuenta con once colegios públicos y tres
concertados que suman unos 2.300 alumnos de educación infantil y primaria.
¿Existe relación entre los directores de los distintos centros?
Personalmente yo tengo muy buena
relación con mis compañeros y compañeras de los colegios de primaria. También
con el director del I.E.S Batán. Creo que lo están haciendo muy bien y muchas
veces nos ayudamos entre nosotros con temas de burocracia.
-Acabamos de mencionar una cifra y no podemos dejar
de preguntarle por algo que también apuntaban algunos de los directores que
hemos entrevistado en esta web: ¿se ha traducido la pérdida de población que
acarrea el concejo en un descenso de la matrícula en los últimos años?
Alumnos de infantil preparados para el Hallogüestu |
En mi caso cuando llegué al centro
teníamos 80 alumnos y alumnos, ahora mismo, 114. Personalmente los términos
cuantitativos me importan menos que los cualitativos, lo importante es que los
alumnos que tengamos venga felices a aprender y a esforzarse.
-Colegio, alumnos, director… Nos falta hablar de
los padres y con ellos terminamos esta entrevista. ¿Qué papel deben jugar los
progenitores en la educación de sus hijos? ¿Qué les diría a todos aquellos que
teniendo hijos en edad escolar hayan leído esta entrevista?
Evidentemente fundamental, les diría
que no sean padres cómodos, que adapten su vida a la de sus hijos y no al revés.
Deben hacer equipo con los maestros y maestras, ambos educamos. Consensuar lo
más importante y participar en la vida del centro. Cuando algo no les guste que
lo hagan saber a la persona correspondiente. Tenemos un AMPA maravilloso, pero
a la vez crítico. Las críticas si son constructivas son buenas para mejorar
como director, como maestro, como padre, como alumno. Desde el respeto todo se
puede hablar. Todo esto entendiendo que el profesor tiene su lugar, los padres
el suyo. Lo más importante es el alumno y la alumna. Nunca lo olvidemos.
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