La falta de
personal impide remunicipalizar a corto plazo el servicio de aguas en Mieres
En el Pleno del pasado mes de marzo se
aprobaba una moción planteada por Somos Mieres, con los votos de sus dos ediles
y los de IU y el PSOE por la que el Ayuntamiento se compromete a “estudiar”, a
través de un informe sobre la gestión del agua, los términos y la situación del
contrato firmado en 1996 con Aqualia para la gestión del servicio de aguas del
concejo.
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| Planta de tratamiento de agua de Levinco |
“Somos partidarios de gestionar
directamente los servicios públicos, como hicimos con la basura o las piscinas de Vega de Arriba, para
lo que destinamos trabajadores con los que ya contábamos, pero en la actualidad
el Ayuntamiento no es capaz de asumir quince nuevos puestos de empleo para la
planta de tratamiento de Levinco”, explicó Manuel Ángel Álvarez, vicealcalde de
Mieres, al término de la sesión plenaria. No descartó, pese a ello,
remunicipalizar el servicio: “En todo caso será una tarea para la próxima
Corporación”, apuntó respecto al estudio del contrato con Aqualia y las
consecuencias de una eventual rescisión.
Desde Somos Mieres aplaudieron la
aprobación de la propuesta. “Ha habido concejos asturianos donde se ha hecho un
negocio intolerable con el agua, que es un derecho fundamental”, declaró el
mismo día Nuria Rodríguez, portavoz de Podemos Asturias, presente en el Pleno.
Patricia García Moro, edil y portavoz de Somos Mieres, recordó que “en 1996 se
privatizó la estación de tratamiento de agua potable de Levinco, con un
contrato firmado por 7 años que incluía una prórroga tácita de 75 años, con lo
que estaríamos a sesenta de poder recuperar ese servicio. Parece ser que esas
prórrogas son ilegales y que se podría recuperar el servicio antes de lo
previsto y esa es la intención que tenemos”.
El PSOE, que gobernaba en Mieres en
1996, desmintió unos días más tarde a Somos, al defender que “en Mieres no hay
gestión privada del agua, que es un bien público, con un contrato
exclusivamente para la depuración”. Para los socialistas, “romper el contrato
por el que se presta este tratamiento especializado inexistente entre los que
ofrece el Ayuntamiento nos expondría a una serie de demandas, con sus
incertidumbres y costas”. Sí se mostraron favorables a la creación de ese
informe sobre la gestión del agua y a “atender al estado de la red, a las
pérdidas que tiene y a la mejora de los depósitos”.
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