Dos imprescindibles de San Xuan
fueron, durante décadas, los gigantes y cabezudos y la xata San Xuan.
Los primeros desfilaban por las calles
del casco urbano en los días más importantes de las fiestas, el 23 y el 24.
Eran auténticas obras de arte manejadas por expertos capaces de caminar en
zancos, en el caso de los gigantes, o con una cabeza de considerable peso como
hacían los cabezudos. Unos y otros lo hacían, a demás, sin apenas ver el suelo
que pisaban. Todo ello, para lograr el disfrute de niños y no tan niños. En
2017 se recuperó en cierta forma esta tradición, con un par de gigantes en el
séquito de la tradicional cargüeñá de la tarde del día 23.
La xata San Xuan, por su parte, era
una novilla que cada año se sorteaba entre quienes adqurieran boletos de la
rifa. Antes del sorteo la xata recorría durante días las calles del casco
urbano, engalanada para la ocasión. En 2014 el Grupu Folclóricu Prau Llerón
llevó a cabo un sorteo que parte de la esencia de esta tradición: rifar vales
por valor de 1.000, 500 y 250 euros para su canjeo por vianda en una serie de
carnicerías del concejo.
El ganado bovino siempre ha estado
presente en las fiestas de San Xuan. En los años 60, con alguna que otra
corrida de toros celebrada en el parque Jovellanos, convertido en un
improvisado y pequeño ruedo. En la actualidad, dos bueyes son los grandes
protagonistas de la tarde del día 23, tirando de la cargüeñá, en la que llevan
todo lo necesario para el enramado de las fuentes.
Celebrábamos hace un par de meses el
décimo aniversario de esta web, por lo que acabamos esta entrada especial con
un par de imágenes del primer San Xuan que cubrimos el de 2009, un San Xuan en el que tanto el Consistorio como las principales calles del casco urbano contaban con distintos juegos de luces:
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