ENTREVISTA: Saúl Bardio, portavoz de los voluntarios del albergue municipal de animales de Mieres

Incertidumbre. Esa es la palabra que mejor define el momento por el que atraviesan los voluntarios del albergue municipal de animales de Mieres desde que en octubre el Ayuntamiento otorgase al Centro Canino La Ería la gestión del albergue. Esta empresa llanisca era la mejor puntuada en el marco de un procedimiento de licitación al que también se presentó la Fundación Protectora del Principado, actual gestora del albergue. Los voluntarios rechazan ese cambio de gestión por dos motivos: las “carencias” que han contemplado en el proyecto de La Ería, entre ellas la inexistencia de la figura del voluntariado en ese proyecto. Pese a que la Fundación ha recurrido la adjudicación, el 1 de diciembre el Centro Canino La Ería comenzará a gestionar el albergue.
Durante las últimas semanas los voluntarios han convocado distintas acciones de protesta, como la concentración que el pasado domingo 24 reunió en el Jovellanos a más de un centenar de personas. Entrevistamos a Saúl Bardio, portavoz de los voluntarios del albergue municipal de animales para conocer cómo están viviendo ellos y los animales esta situación.

“No tenemos ninguna certeza, ninguna prueba escrita, que nos asegure que el día 1 de diciembre vamos a poder seguir siendo voluntarios del albergue”

–En las últimas semanas han organizado distintas concentraciones de rechazo a la nueva gestión del albergue municipal de animales por parte del Centro Canino La Ería. ¿Cuáles son las razones que les llevan a oponerse al cambio en la gestora?
Las razones, principalmente, son dos. Por un lado, tras haber leído las condiciones establecidas en los pliegos de la licitación para la gestión del albergue de animales de Mieres y contrastar dicha lectura con la valoración realizada de los proyectos presentados a licitación, hemos observado “carencias” en el proyecto presentado por la empresa adjudicataria. Nosotros consideramos que lo establecido en dichos pliegos es un programa de mínimos para asegurar el bienestar animal de los perros recogidos en la medida de lo posible. Por lo tanto, si en el proyecto presentado por el Centro Canino La Ería no aparecen menciones a “vacunaciones ni cuarentenas”, no se habla de “desparasitación interna”, no se adjunta “protocolo de limpieza y desinfección del vehículo”… Creemos que el bienestar de los animales correrá peligro.
Por otro lado, al tratarse de una empresa privada, no contempla la figura del voluntariado, como sí ha ocurrido hasta ahora con todas las asociaciones protectoras que han gestionado el albergue en los últimos años. Eso significa que el día 1 de diciembre, a fecha de hoy, no tenemos ninguna garantía de que podamos seguir desempeñando nuestra labor en el albergue. Llevamos más de dos años peleando por la creación de un voluntariado de carácter municipal para que, en caso de que entrara a gestionar el albergue una empresa privada, no perdiéramos la condición de voluntarios. Durante esos dos años, desde la concejalía de Medioambiente del Ayuntamiento de Mieres, únicamente nos han puesto excusas y trabas para no haber creado dicha figura. Mientras, en los albergues de Langreo y Oviedo, que propusieron su creación a la par que nosotros o, incluso posteriormente, ya existe desde hace tiempo el voluntariado municipal.
Un perro con al cartel que ha encabezado las concentraciones

–El cambio se hará efectivo el 1 de diciembre, pese a que la Fundación Protectora del Principado, la actual gestora, ha recurrido el resultado del concurso. ¿Han tenido noticias de la nueva gestora acerca de qué sucederá con los voluntarios a partir de ese día?
De manera oficial no se nos ha comunicado por parte de la nueva gestora. Pero, como he comentado anteriormente, al tratarse de una empresa no puede hacerse cargo de la figura del voluntariado. Es, en este caso, el Ayuntamiento quien debe proporcionar los medios adecuados, a nivel administrativo, para que podamos seguir desempeñando nuestra labor. De todos modos, el responsable de dicha empresa ya se ha encargado de declararnos personas “non gratas” a través de numerosos comentarios en redes sociales, tachándonos de “perroflautas” y demás insultos y descalificaciones.

–El albergue es una instalación municipal, de titularidad pública, aunque su gestión se encomiende a entidades privadas. ¿Cuál ha sido la actitud del Consistorio y de los responsables municipales en torno a este cambio de gestora y las revindicaciones del voluntariado?
Desde el Ayuntamiento se nos ha querido transmitir tranquilidad por el resultado de la adjudicación. Nos han asegurado que velarán por el cumplimiento de las condiciones establecidas en los pliegos de la licitación y por el cumplimiento del compromiso de “sacrificio cero” en nuestro municipio. Por otro lado, se nos ha insistido en repetidas ocasiones que nosotros vamos a seguir pudiendo realizar nuestra labor como voluntarios, que es un mandato del propio Ayuntamiento a la nueva gestora y, a su vez, que viene reflejado en los pliegos de contratación. Pero, por ahora, no son más que palabras. No tenemos ninguna certeza, ninguna prueba escrita, que nos asegure que el día 1 de diciembre vamos a poder seguir siendo voluntarios del albergue. También se nos había asegurado que, mientras mediera un recurso, el Centro Canino La Ería no entraría a gestionar el albergue municipal de Mieres. Y no ha sido así.

–Comentábamos que la Fundación Protectora del Principado ha recurrido esa adjudicación. ¿Qué les han comunicado al respecto? ¿Confían en que la justicia revierta el cambio de gestión o declare nulo el concurso?
Después de consultar toda la información pertinente con su equipo legal, nos han comunicado que tienen fuertes argumentos para creer que se puede lograr la impugnación de dicho concurso. De ahí que nosotros hayamos iniciado las movilizaciones para alertar sobre lo que ha sucedido y sucederá en Mieres. El miedo que tenemos es que el proceso se dilate en el tiempo (bendita burocracia) y pase más de medio año hasta que un juez nos dé la razón.

–Ya en 2017 los voluntarios consiguieron que el Centro Canino La Ería desistiese de su intención de gestionar el albergue. ¿Qué diferencias y similitudes hay entre la situación de aquel entonces y la que están viviendo ahora?
En 2017 el Centro Canino La Ería iba a gestionar el albergue municipal de Mieres de manera temporal, como han venido realizando las anteriores gestoras hasta la fecha. En cambio, en este caso, ha resultado ganadora de un proceso adjudicatario por el que tiene contrato en vigor para gestionar dicho albergue durante un año completo. Por aquel entonces, la presión popular hizo que el Ayuntamiento se replantease la decisión. En cambio, esta vez, solo nos queda apelar a la vía administrativa y/o judicial.
Asistentes a la concentración en el Jovellanos del domingo 24
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–Nos consta que tienen el apoyo de muchos mierenses y de gente de fuera del concejo, ¿reconforta esa solidaridad en un momento como el que están atravesando?
La verdad es que sí. El sábado pasado, a pesar de las inclemencias meteorológicas, nos reunimos en el parque Jovellanos más de un centenar de personas. Estuvieron representadas más de 27 organizaciones animalistas, incluyendo asociaciones, plataformas y colectivos. El hecho de poder comprobar que no estamos solos en esta lucha hace que nos anime a seguir con las protestas e, incluso, de extenderlas por otros lugares, puesto que esta problemática no sólo va a afectar a Mieres, sino que hay varios municipios que temen acabar en la misma situación en los próximos meses. En muchos otros municipios ya hace tiempo que la recogida de animales errantes es gestionada por dicho centro canino y no se tienen garantías de que se esté respetando el bienestar animal.

–Hablemos un poco del albergue. Para quienes no conocen su funcionamiento, ¿qué tareas desempeñan los voluntarios en el día a día de este equipamiento?
Antes que nada, he de aclarar que la figura del voluntariado es muy diversa y que depende del compromiso personal que adquiera cada uno. Fundamentalmente, la labor principal de los voluntarios es la de sacar de paseo a los perros del albergue. Gracias a esos paseos se logra reducir el estrés de los perros que allí se encuentran, les permiten desconectar durante un pequeño tiempo de su rutina diaria. Hay que pensar que son animales que se pasan más de 22 horas al día encerrados en una jaula, por norma general.
Dos perros pasean con un voluntario

Por otro lado, a través de los paseos también se está incentivando la socialización de los perros, el hecho de conocer a gente nueva ayuda a que sepan relacionarse mejor cuando aparezca un posible adoptante. Además, hemos de tener en cuenta que hay muchos perros que han tenido una vida difícil, que muchos han sido víctimas del maltrato y llegan con unos miedos y una desconfianza brutal hacia las personas. Ahí es donde la labor de los voluntarios, en coordinación con el trabajo de las cuidadoras del albergue, también puede desempeñar un papel crucial. Ya hemos visto cómo algunos perros que, al llegar al albergue, atemorizados por el miedo, se escondían en un rincón de su jaula, han acabado siendo felizmente adoptados por sus actuales familias. Y, todo ello, gracias a un trabajo progresivo en el que, poco a poco, se les ha ido sacando de las jaulas y, a través de una relación de confianza con algunos voluntarios y de paseos cada vez más extensos, han terminado por ser capaces de  acudir a eventos de adopción, llenos de gente y respondiendo de manera muy positiva.
Por último, el voluntariado también se encarga de la difusión de los animales que se encuentran en el albergue. Los paseos no sólo son un momento para establecer una relación afectiva con los animales, sino también es una oportunidad para mostrar como son en realidad a través de fotografías o vídeos. Luego todo ese contenido multimedia es difundido a través de las diferentes redes sociales, lo que significa mayores oportunidades de encontrar una adopción. En este sentido, el voluntariado también organiza y participa en eventos de adopción y/o concienciación, donde se les da a los perros una oportunidad para ser vistos por potenciales adoptantes.

–¿Cuántos voluntarios son en la actualidad? 
No se puede dar una cifra exacta ya que, como he dicho anteriormente, el voluntariado es una figura heterodoxa. Existen muchos voluntarios que, a lo mejor, únicamente pueden echar una mano una vez cada mucho tiempo. Otros que suben prácticamente a diario. Pero todos son igual de válidos. La condición de voluntario significa que brindas una parte de tu tiempo libre, de forma totalmente altruista, al cuidado de los animales del albergue. Por lo tanto, muchas veces depende del tiempo que te permitan destinar las diferentes circunstancias personales que rodean a una persona.

–¿Cómo está hoy por hoy el albergue? ¿Cuántos animales tutela en estos momentos?
A fecha de hoy hay menos de una decena de animales en el albergue. Gracias al estado de alerta, la gente está respondiendo y se están consiguiendo muchas adopciones. El objetivo es dejar el albergue totalmente vacío el día 1 de diciembre. Ojalá lo consigamos.

–Si tuvieran que poner una nota, del 1 al 10, ¿cómo ha sido el trabajo que la Fundación Protectora del Principado ha hecho en el último año por el albergue?
A mí, como docente que soy, no me gusta poner una nota numérica al trabajo de nadie, me parece injusto y simplista. Únicamente puedo decir que ahí están los datos de adopciones realizadas durante estos meses en los que han gestionado el albergue, para quien tenga dudas o interés.
Y para mí, más importante que las cifras es el hecho de haber conseguido adopciones que parecían imposibles. Como la reciente de Bruto, que se ha pasado la friolera de 999 días antes de poder ser adoptado. Donde algunos hubieran tirado la toalla antes de tiempo, ahí están otros para demostrar que cualquier perro es adoptable.

–Hemos hablado hace unos instantes de lo que ustedes, los voluntarios, aportan a los perros, pero ¿qué aportan los animales a los voluntarios? ¿Cuáles son las mayores satisfacciones que experimenta un voluntario de un albergue de animales?
Bufff, pues te aportan una lección de vida continúa. A pesar de toda la miseria que les rodea, a pesar de haber conocido el abandono y/o maltrato… Son felices con lo mínimo. Te proporcionan grandes dosis de cariño en cada paseo que das con ellos. En otros, puedes ir viendo poco a poco la evolución desde que llegaron al albergue y, sentirte parte de todo ese proceso, es algo que llena de orgullo. Luego, las adopciones dejan un sabor agridulce. Por un lado, estás contento porque por fin han encontrado una familia y van a ser muy felices. Pero, por otro, es muy posible que nunca más los vayas a ver... Así que, al final, en mi humilde opinión, lo que más obtienes desempeñando esta labor son recuerdos. Yo me acuerdo de todos y cada uno de los perros a los que he tenido la suerte de conocer y poder salir de paseo con ellos. Y ese es mi pequeño tesoro.

Cartel de la próxima concentración de los voluntarios

–Y para terminar conectamos con el principio de esta entrevista para volver a hablar de las concentraciones. ¿Prevén organizar nuevas acciones de protesta? ¿Cuentan con alguna web, blog o red social en la que mantengan informados a quienes deseen apoyarlos en esas acciones?
Sí, de hecho este próximo jueves día 28 de noviembre tenemos prevista una concentración delante de la plaza del Ayuntamiento de Mieres para apoyar a las compañeras que acudirán al Pleno municipal a exponer nuestras demandas y quejas sobre la situación actual. Tendrá lugar a las 11 de la mañana y terminará a las 11:59, momento en el que se respetará el minuto de silencio organizado por el Ayuntamiento en señal de duelo por todas las víctimas de la violencia de género.
Actualmente no disponemos de un medio de difusión propio, es algo que estamos barajando seriamente porque, dada nuestra situación actual, creemos que puede ser más que necesario.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Muy buena entrevista. Ojalá se solucione esto de la forma más favorable a los animales y a los voluntarios que es con la Fundación Protectora haciéndose cargo del albergue. Ojalá los tribunales echen para atrás la adjudicación u ordenen iniciar un nuevo procedimiento teniendo en cuenta que lo que debe primar es el bienestar de los animales. Fuerza en esta lucha, compañeros.