A 640 metros de altitud nos encontramos con esta aldea, que dista unos ocho kilómetros de Sama y casi doce de Mieres. Compuesta por una decena de viviendas, en ella aparecen censadas, según datos de 2019, cinco personas. La división de concejos hace que cuatro viviendas y la carretera que da acceso al pueblo, la MI-11, sean, oficialmente, parte de Mieres, de la parroquia de Santa Rosa, y que el resto pertenezca a Ciañu, en Llangréu.
Desde un punto de vista etnográfico, LA TIYERA cuenta con una fuente, de 1967, con dos balsas, sobre la que se levantó con posteriordad un pequeño lavadero. En el centro del pueblo, construida en piedra, como muchas de las viviendas, se encuentra la escuela-capilla consagrada al Santo Cristo del Consuelo, un pequeño edificio polivalente –pues era escuela durante la semana y capilla los domingos– que conserva en su interior una bonita aula temática equipada con todo lo que había en las escuelas rurales de hace medio siglo.
Detrás de la escuela-capilla se halla otro de los atractivos del lugar, el Monumento a la Libertad, un monolito de cuatro caras, situado en lo alto de una escalinata, que desde 1983 tributa recuerdo a los caídos en la guerra y la posguerra de los concejos de Llangréu y Mieres. La guerra se dejó sentir especialmente en esta aldea, pues, como se expuso en una denuncia interpuesta por descendientes de las víctimas en 2014, de los cincuenta vecinos que tenía LA TIYERA en 1936, quince fueron asesinados; siete, enviados a campos de concentración y prisiones, y uno más fue desterrado
Volviendo al presente, en esta aldea, Pueblu Afayaízu de Llangréu 2007, no faltan las vistas de toda la Güeria San Xuan, así como el sol, que a nosotros se nos resistió en nuestra visita, a finales de mayo.
Un paseo sin mucha dificultad por la zona, con cuatro kilómetros de ida y otros tantos de vuelta, lo constituye la propia MI-11, la carretera que comienza en Santu Miano y llega a El Cau, uniendo media docena de pueblos y caseríos, algunos pertenecientes íntegramente a Mieres, como La Cerezal o La Cantera, y otros compartidos con Llangréu, como LA TIYERA. Sin mucho tráfico, disfrutarán desde esta carretera de las vistas y de un paraje en el que todavía se nota el pasado industrial, como es el caso de las pumaradas en las que Hunosa convirtió antiguos terrenos ligados a la minería a cielo abierto en la zona
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