Con unos 18 kilómetros cuadrados de extensión, la parroquia de Urbiés cuenta en la actualidad con 252 habitantes repartidos en sus 46 aldeas, caseríos y lugares.
En esta ocasión nos damos una vuelta por esta parroquia para visitar una aldea que tiene por nombre EL LLEU.
EL LLEU es un lugar perteneciente a la parroquia de Urbiés y que dista casi 17 kilómetros de Mieres. Esta aldea se encuentra situada a unos 520 metros de altitud sobre el nivel del mar y, según datos del 2019, una persona aparece censada en ella.
Una docena de viviendas componen esta aldea, viviendas, casi todas ellas labradas en piedra y con alguna que otra galería. La piedra es, justamente, uno de los rasgos distintivos del pueblo, pues no solo se observa en las viviendas, sino también en numerosas cuadras, como las que presiden la entrada al pueblo, con impresionantes muestras de cantería.
Más etnografía es la que aportan una fuente y un pequeño lavadero, en una aldea que, curiosamente, no tiene hórreos, aunque no descartamos que los hubiera tenido en el pasado.
Las vistas que ofrece este lugar, enmarcado en el Paisaje Protegido del valle, son un atractivo que se suma a su tranquilidad, algo que, creemos puede observarse incluso en las fotografías que ilustran este reportaje. Quizás su único punto flaco sea el acceso, a través de un camino estrecho y empinado, hormigonado en su inicio y de tierra hasta el propio pueblo, por el que nos cuesta imaginar circulando coches que no sean todoterrenos. Pese al estado del camino, las caleyas del pueblo están hormigonadas y es fácil y cómodo transitar por ellas.
EL LLEU forma parte del P.R. AS-34 o ruta del Cordal de Urbiés, un paseo recomendable por la zona, aunque no exento de dificultades, y que arranca en La Llera para alcanzar lugares como la Campa Urbiés y la Campa Les Abeyes, próximos a los 800 metros de altitud. Las dificultades a las que nos referíamos vienen dadas por el estado de algunos caminos, que, al menos el pasado verano, se encontraban tomados por la maleza, queremos creer que por efecto del confinamiento de primavera. Aun así, es un P.R. que se disfruta mucho, con un Paisaje Protegido como telón de fondo y en el que las vistas están aseguradas.
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