HOJA DE RUTA: De La Fayaverde a El Valletu, pasando por El Siirru y Cueña

Primera Hoja de ruta de nuestra decimotercera temporada. Vuelve este apartado bimensual en el que recogemos todo aquello que no se ve en los reportajes de Un lugar para vivir. Buscamos, con ello, completar estos reportajes que tanto gustan y que después de casi trece años son una de las principales señas de identidad de esta web.
En las últimas ediciones (518-521) hemos visitado los siguientes lugares para vivir:

La Fayaverde (parroquia de Urbiés)
El Siirru (parroquia de Uxo)
Cueña (parroquia de Santuyano)
El Valletu (parroquia de Cuna)

Esta Hoja de ruta es la más colorida de las que hemos hecho hasta ahora. Lo es, por ejemplo, gracias a la huerta repleta de girasoles que nos encontramos en nuestra subida a El Siirru:
Aquel fue el último reportaje que produjimos de los veinticuatro que componen la temporada y ello se nota en que no solo los girasoles estaban muy crecidos, sino que también en los prados de El Siirru estaban a la yerba, con ese tono pajizo que muestran tanto la pradera como los burraxos que estaban armándose. El mes de julio llegaba así a su fin:


Seguro que esa yerba había sido, hasta no hace mucho, de un color verde como el que se divisaba desde La Fayaverde, con paisajes repletos de bosques, con numerosas hayas o fayas del color que también está presente en este curioso topónimo:
Por cierto, en La Fayaverde se ubica la bandera azul con la cruz de la victoria en amarillo con la que felicitamos el Día de Asturias en nuestra página Pueblos de Mieres:

El verde fue también un color con el que nos encontramos a la hora de producir el reportaje sobre El Valletu, un reportaje que preparamos en diciembre de 2020, tras conocer que se habían podado varios árboles próximos al palacio, que se había desbrozado la finca que lo rodea y le había sido retirada parte de la hiedra que trepaba por la fachada:
No es habitual que produzcamos nuevos reportajes más allá del verano y de los meses de mayo a julio, pero surgió la ocasión y decidimos aprovecharla. Gracias a ello este verano produjimos un reportaje menos.

Terminamos en Cueña, aunque vamos a obviar hablar de colores, para dar todo el protagonismo a una de las fotografías que conforman el reportaje dedicado a este lugar y en la que se nos coló algo escatológico que solo los ojos más avispados habrán visto, concretamente en la parte derecha de la imagen:
En fin, un detalle del que nos percatamos en la revisión de contenidos que hacemos antes de la publicación definitiva en la web. Una anécdota más para esta sección.

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