CÓMO HAN PASADO LOS AÑOS: Dos pozos, dos restauraciones, dos caminos

Es difícil no asociar Turón a minería. El pasado minero e industrial del valle sigue estando presente en él, aunque de diferentes maneras y con diferentes suertes. Dos de ellas, el pozo San José y el pozo Santa Bárbara, centran este Cómo han pasado los años.

Una de las principales explotaciones del valle fue el pozo San José. Profundizado en 1947, ocho años después se levantó para él un castillete de 25 metros de altura. En 1957 se produjo la inauguración oficial de la explotación, una de las más modernas en aquel entonces. Bajo la titularidad de Hunosa desde 1968, el pozo San José fue clausurado en 1993.

En el 2007, el Principado se interesó en la rehabilitación del pozo. Pese a que inicialmente el proyecto iba a ser financiado con fondos del Plan Complementario de Reactivación de las Comarcas Mineras 2002-2005, el Principado acordó con el Ayuntamiento que fuera este quien abonase los dos millones de euros que costó, finalmente, recuperar el castillete, el pabellón de embarque, la casa de máquinas y la sala de compresores. A lo largo de la primera legislatura de IU en el Gobierno local fueron varios los intentos de recuperar esos dos millones de euros. Sin embargo, el Principado rehusó cualquier devolución, al no haberse aprobado nunca una partida específica para ello, lo que dejó sin efecto el acuerdo entre administraciones.
Las obras de rehabilitación del castillete y del resto de elementos del pozo culminaron en 2011 y, hasta la fecha, el San José permanece sin actividad. Pese a ello, su castillete pintado en rojo sí ha conseguido hacerse un hueco entre los iconos del valle.

Diferente es el caso del pozo Santa Bárbara, al menos en lo que a uso se refiere. En octubre del año pasado abría sus puertas el antiguo pozo, convertido en un centro de arte. Inaugurado en 1913 y sin actividad desde 1995, en 2013 el Ministerio de Cultura aprobó más de 660.000 euros para rehabilitar sus dos castilletes, la sala de compresores y el edificio de ventilación.
Pese a que desde el Gobierno local se apostó por dar un nuevo uso al pozo desde que se conoció la noticia de su rehabilitación, tuvieron que pasar más de seis años desde el final de las obras y hasta que el Santa Bárbara reabrió como centro de arte. En el seno del Gobierno local se alberga una espinita sobre el pozo, la de no haber conseguido la rehabilitación de la sala de extracción, los vestuarios y el economato, algo que, según sus cálculos, comportaría una inversión de, aproximadamente, cinco millones de euros.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Dos buenos ejemplos de como tirar el dinero a la basura.