UN LUGAR PARA VIVIR: La Caseta (parroquia de La Peña)

La parroquia de La Peña encierra, en algo más de siete kilómetros cuadrados, medio centenar de aldeas, caseríos y lugares repletos de historia. LA CASETA es uno de ellos.

Antes de hablar de LA CASETA debemos referir un nombre propio, José Antonio Vega Álvarez, y un título, De Mieres a San Tirso. Parroquia de La Peña II (Hifer, 2014). Esta magnífica obra ha hecho posible un reportaje que, de otra forma, hubiera contado con una documentación insuficiente.
LA CASETA es un lugar perteneciente a la parroquia de La Peña, situado a poco más de 200 metros de altitud, y sin ningún habitante censado. Esto último se explica mirando al pasado de este lugar, en el que se localizaban varias edificaciones, demolidas casi en su totalidad para la construcción de los enlaces de la Autovía Minera y los accesos a Rozaes de la Peña. En la actualidad solo se conserva en pie una vieja casona, de tipología indiana, que se encuentra rodeada de una finca de grandes dimensiones.
Esta casona, explica Vega Álvarez en su obra, fue construida a partir de un primer edificio levantado en 1880 por Daniel Gutiérrez. Su hijo, Manuel Gutiérrez Díaz-Faes, se encargó de ampliarla y darle el aspecto actual, el propio de la vivienda particular de un regidor de comienzos de siglo, ya que Gutiérrez Díaz-Faes fue alcalde de Mieres entre 1890 y 1892; entre 1895 y 1902, y entre 1909 y 1910. Entre sus logros políticos se cuentan la construcción de unas escuelas cerca de su casa, derruidas años más tarde, y del cercano lavadero de La Peña. Con los años, describe Vega Álvarez, la casona a ser propiedad de Cesáreo García Riera, maestro de profesión, y propietario de un par de minas (Reguerona y Troncos) en el valle de Santiso. Hoy se encuentra deshabitada, según nos cuentan en Rozaes de La Peña, tras haber sido objeto de una innecesaria expropiación forzosa, ligada a los enlaces de la autovía. La casona resiste bastante bien al paso del tiempo, enclavada en su inmensa finca, mucho mejor conservada.
De la obra de José Antonio Vega Álvarez nos permitimos tomar una imagen con la que concluir este reportaje, una vista del lugar en los años 50 del siglo pasado, realizada, muy probablemente, desde la fábrica de Industrias Cárnicas Los Mallos, situada justo enfrente. Corrían tiempos mejores para LA CASETA.

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