ENTREVISTA: Verónica Gutiérrez, responsable del proyecto La Caleyuca

Verónica Gutiérrez decidió, hace unos años, volver a La Güeria d'Urbiés, el pueblo de sus abuelos. Ella, su pareja y su hija cambiaron Gijón por esta aldea situada en el alto Turón. Lo hicieron buscando ganar en calidad de vida y el balance del cambio, nos explica, no puede ser más positivo.
Convencidos de lo necesario que es apostar por la zona rural, Verónica y su pareja adquirieron hace año y medio una segunda vivienda en el pueblo para convertirla en lo que hoy es La Caleyuca, un proyecto que busca recuperar población y devolver al pueblo los servicios del bar-tienda, algo sin lo que La Güeria se quedó hace más de diez años. Conocemos un poco más este proyecto de la mano de Verónica.

"Con la calidad de vida que se gana, ya compensa venirse a vivir a un pueblo"

–La Caleyuca es un proyecto que surge de su mano y de la de su pareja en La Güeria d' Urbiés, y gracias a la venta de una casa, la de Iluminada, que ustedes compraron. ¿Cuándo surge la posibilidad de comprar la casa? ¿Les costó mucho decidirse?
La casa llevaba unos años antes del confinamiento vendiéndose y estuvimos dándole muchas vueltas. Era un desembolso económico importante, ya que no íbamos a recibir ninguna ayuda, sólo contábamos y contamos con nuestros ahorros. Así que tuvimos que sopesar pros y contras, y esforzarnos. Además, desarrollamos nuestra idea en plena pandemia, aunque la base en sí, ya nos rondaba años antes, desde que comenzamos a vivir en el pueblo.


Verónica, con una de sus ovejas en La Güeria

–La casa de Iluminada es el eje central de este proyecto, con el que se busca recuperar el restaurante bar-tienda de La Güeria y que una familia con niños se haga cargo de él, para que esta aldea sume, de paso, población. Vayamos por partes, ¿en qué punto se encuentra la instalación del bar-tienda? ¿Cuándo prevé que pueda entrar en funcionamiento?
Pues el bar-tienda ya está instalado. La vivienda estaba para vivir ya, aunque la reorganizamos un poco, pero la planta baja hubo que deshacerla entera. Sólo quedaron las paredes exteriores, todo lo demás (suelo, suministros…) es nuevo. Se han mantenido las ventanas y la puerta principal, que hubo que hacerle apaños, para pasar la normativa. Era una pena desprenderse de esta madera noble de castaño.
Se prevé que los chicos abran antes del verano, así tendrán un buen empujón por esas fechas, aunque aquí a lo largo de todo el año sube gente a disfrutar de la naturaleza. Además posee una orientación sur, muy luminosa y soleyera, y cuenta con vistas al Aramo, a la parte final del pueblo y a la Senda Verde de Turón.

–Cabe comentar que la casa no tenía bar-tienda, sino que lo que se está convirtiendo en tal es su planta baja. ¿Cómo está siendo el proceso de construir el restaurante bar-tienda? ¿Ha encontrado demasiada burocracia en el camino?
El proceso fue largo, tardamos bastante tiempo debido a imprevisto administrativos, tema de material y confinamientos varios por el tema Covid. Lo bueno es que hemos sido bastante optimistas y este proyecto no sólo aporta un pequeño beneficio económico para nosotros, si no que con él se consigue dar servicio a los vecinos y visitantes a la par que recuperar lo cultura y tradición de los chigres, lugares de reunión social y alma de los pueblos.
La parte de burocracia es lenta, además para un chigre que pueda ofrecer plato del día, te piden casi lo mismo que un restaurante de bodas. En servicios y mobiliario te piden menos, pero todo el tema de seguridad, electricidad, agua, papeles, normativa, es exactamente lo mismo.

–¿Cómo han acogido los vecinos y vecinas de La Güeria este proyecto? Sabemos que en el pueblo hubo un bar-tienda hasta hace algo menos de una década…
La inmensa mayoría de los vecinos tienen muchas ganas de que se abra, no sólo para disfrutar de él, si no para darlo a conocer a sus familiares y amigos. Además dará un plus al pueblo, ya que los visitantes ya no estarán indecisos en si venir o no, al no haber un sitio para tomar algo, comer o incluso comprar algún recuerdo.
También, al tener servicio de tienda, muchos nos comentan que a veces se quedan sin productos básicos, como aceite o harina, y si lo quieren, tienen que desplazarse hasta Turón o Mieres.

Estantes del bar-tienda, repletos de productos

–Una vez concluyan las obras se instalará en el pueblo una familia con niños, gracias a un proceso de selección que arrancó hace algo más de un año. ¿En qué punto se encuentra? ¿Ya hay una familia seleccionada?
Pues la idea era que viniera una familia con niños, o una pareja joven, pero hemos tenido que ir abriendo el camino a nuevas solicitudes y personas con ideas claras. No sabemos si es el tema de vivir en un pueblo, o simplemente que hay que trabajar y esforzarse...pero ha habido mucha gente que le ha asustado.
Tienen que tener claro que es un bar y conlleva trabajo, pero no tiene nada que ver a un bar en el centro de una ciudad. Nosotros les hemos explicado, que es mas relajado, al final trabajan para ellos, tienen la vivienda encima, pueden estar en el huerto o realizando trabajo por fuera, no es tan sujeto, y la calidad de vida es incomparable.
Actualmente, sí hay una familia, una pareja, que está tramitando el papeleo y con la que si todo sale bien, firmaremos contrato en estos días..

Interior y exterior del bar-tienda

–Ha recibido mensajes de familias de Argentina, Colombia o Ecuador dispuestas a trasladarse a La Güeria para hacerse cargo de este proyecto. ¿Esperaba la repercusión tan grande que ha tenido esa búsqueda de posibles familias?
No teníamos ni idea que fuera a conllevar una repercusión mucho más allá de nuestro país, aunque es cierto, que hemos tenido que ir desechando candidaturas, por diversos temas. Por ejemplo, había personas que sólo querían un lugar para vivir, otras sin papeles, otros que no tenían nada de experiencia, etc.

–La familia seleccionada recibirá una casa para entrar a vivir y a trabajar, con el compromiso de abonarle 300 euros mensuales en concepto de alquiler. ¿Se contempla algún periodo mínimo de permanencia?
Como sabemos que los comienzos son duros, los seis primeros meses tienen un alquiler de 300 €, luego ya sube a 500 € mensuales. El contrato que realizamos es de un año prorrogable.
Creemos que está genial, porque así no les asusta el tema de si sale mal, aunque nosotros estamos convencidos de que si lo llevan bien, ponen comida casera asturiana y de calidad, no van a tener ningún problema en rápidamente tener beneficios, ya que el bar está completamente instalado. Sólo tendrían de gasto la alimentación y bebida y los gastos de suministros y alquiler.

Planta superior de la casa, destinada a vivienda

–La casa cuenta con tres dormitorios, un baño, cocina, desván y hasta un cuarto de hórreo. ¿Hay posibilidades de conseguir un terreno para, por ejemplo, una huerta o, por si la familia que llegue al pueblo quiere tener animales o cultivar la tierra?
Por supuesto, hay varios vecinos que han ofrecido terrenos muy cercanos al bar, para que puedan tener un huertín y abastecerse para la cocina, plantar unas berzas o cebollas por ejemplo.

–Aspira, a través de este proyecto, a crear sinergias con productores locales y, de hecho, en el restaurante bar-tienda habrá un espacio para la venta de productos de cercanía. ¿Cómo van los contactos con esos productores? ¿Qué se podrá comprar o degustar del valle de Turón o de Mieres en La Caleyuca?
Pues sí, una de las ideas de este proyecto es apoyar al comercio local, a los productores de proximidad, lo tan de moda llamado "km0".
Hemos contactado con productores de embutidos, mermeladas y reposteros. También artesanos de la madera y el hierro, o el cuero. Pero no sólo del concejo, si no de Asturias en general. Además la pareja que lo va a llevar, tiene esta misma filosofía, que ha sido un gran punto a tener en cuenta en este proyecto.

Vista de La Güeria

–Todavía no ponemos la cara a esa familia que llegará a La Caleyuca, pero en La Güeria hay un caso parecido, el suyo. Usted, su pareja y su hija, decidieron cambiar Gijón por La Güeria hace seis años. ¿Qué les llevó a tomar esta decisión?
Pues nosotros veníamos al pueblo todos los fines de semana, descansos y vacaciones, y al final vimos que estábamos todos los días viajando, trayendo y llevando cosas. Analizamos pros y contras, y al final nos mudamos a la casa de mis abuelos, ahora de mis padres.
Aquí hemos formado un hogar con nuestra hija y es la mejor decisión que hemos podido tomar. Además luego con la pandemia, fue como una demostración de lo que nos hubiéramos perdido si estuviéramos en Gijón. También así hemos podido dedicarnos a la ganadería y mejorar nuestra calidad de vida.
Lo recomendamos siempre a todas las personas que están indecisas, si tenéis la oportunidad no lo penséis mucho, solo con la calidad de vida que se gana, ya compensa.


El marido y la hija de Verónica, disfrutando del campo en La Güeria

–¿En qué se sale ganando y en qué perdiendo tras cambiar una gran ciudad por un pueblo? ¿Cómo es el día a día de una familia como la suya en La Güeria?
Ganando en todo. Actualmente los pueblos tienen infinidad de comodidades, es cierto que las comparaciones son odiosas, pero es que el ritmo de vida es distinto. Aunque trabajes fuera, como es nuestro caso, llegas a casa y te evades, frenas el ritmo. Vale que siempre hay que trabajar, más nosotros que también tenemos ganado y huerta pero trabajas para ti, ves crecer tus alimentos, los trabajas, disfrutas del entorno que te rodea.
Mucha gente dirá que como desventaja necesitas vehículo para todo, puede ser cierto, pero es que en la ciudad también lo utilizas para todo, ir al trabajo, comprar, ir de ocio, etc. Además tenemos la suerte que en La Güeria, sube el transporte público y el escolar, además tenemos consultorio médico a cinco minutos y ahora con el bar, todas las necesidades básicas de alimentación cubiertas y algo de ocio. ¿Qué más podemos pedir? Si al final la calidad de vida, la alimentación y la salud en general, es lo más importante para poder vivir bien.

–Estuvimos en La Güeria, por última vez, en el verano de 2021, para preparar uno de los reportajes de Un lugar para vivir. ¿Cómo se encuentra el pueblo un año después? ¿Cuántos vecinos conforman su censo? ¿Cuántos de esos vecinos son niños y niñas?
Actualmente somos sobre 36 vecinos todo el año, cinco de ellos niños y adolescentes. En verano y festivos se incrementa considerablemente.
Hay unos cuantos hijos de vecinos que tienen pensado mudarse ahora en su jubilación, así que creemos que La Güeria de momento aún tiene tira. Además sería bueno, que otros proyectos e ideas surgieran y se implantaran aquí.

Logotipo del proyecto

–Es una firme defensora de devolver la vida a los pueblos, como demuestra con La Caleyuca. Para finalizar, ¿cree que todavía estamos a tiempo de revertir la situación de esa España vaciada de la que tanto se habla?
Sí, claro que estamos a tiempo, eso siempre. Lo que hay que tener es ganas y estar dispuestos a perder un poquito de comodidad y de estrés.
Otro tema es también lo que los gobiernos estén dispuestos a ayudar, porque al fin de cuentas, realmente no les interesa. Una persona que vive en un pueblo, que cultiva sus propios alimentos, que vive más sano, con menos enfermedades y con menos gastos en esta rueda de sociedad industrial que nos quieren imponer, no les compensa. No les compensa porque necesitamos muchas menos cosas de ellos y por tanto no van a ganar tanto dinero con nosotros. A ellos les interesa tenernos amontonados en las ciudades, ser dependientes para todo. Se pudo comprobar bien con la pandemia y con la guerra de Ucrania. Está claro que nunca nos vamos a poder desvincular del todo, pero cuanto menos se depende de esa rueda mejor.
Así que sí, opino que la vuelta a los pueblos a parte de mejorar nuestra calidad de vida y ayudar a conservar el medio rural, también nos ayuda a tener mayor capacidad de presión hacia los gobiernos y de decidir más por nosotros mismos. Somos más independientes y por consiguiente más libres.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Una inicitiva muy buena, que auna aumentar poblacion a la vez que recupera tradicion y cultura. Mucha suerte y no dudaremos en disfrutar de La Caleyuca y la belleza de La Güeria de Urbies