La Vallicuerra reabre sus puertas. Este núcleo de turismo rural, uno de los primeros que se inauguraron en el concejo, ha vuelto a recibir visitantes bajo una nueva gerencia, en manos de Verónica Gutiérrez. Esta vecina de La Güeria d'Urbiés ha apostado por recuperar la actividad turística en el pueblo a través de este conjunto rural, integrado por cuatro casas repletas de historia e historias.
Conversamos con Verónica que suma, con La Vallicuerra un segundo proyecto en su pueblo, tras haber puesto en marcha, hace unos meses, el bar tienda La Caleyuca.
"El pueblo debe venderse desde el pueblo, por las personas que viven en él y que sean capaces de enseñar a los de fuera nuestra historia, nuestra cultura, nuestras costumbres, que llevan décadas conformando nuestros paisajes y nuestro medio rural"
–Las Casas de Aldea La Vallicuerra vuelven a estar abiertas, ¿cómo surgió la oportunidad de gestionar este complejo turístico?
Pues llevábamos años detrás de esta idea, ya antes de que las arrendara Alejandro, el antiguo responsable. Pero no acabábamos de decidirnos, no sé si por el tema monetario... o porque el destino nos las estaba guardando hasta ahora. Yo ya las conocía desde sus inicios, me acuerdo además de más cría, de asistir a la inauguración que tuvieron por todo lo alto hace algo más de 20 años.
El Carbayu es una de las cuatro casas de La Vallicuerra |
–Cuatro casas integran este alojamiento, que fue uno de los primeros núcleos de turismo rural inaugurados en el concejo, allá por el 2001. Curiosamente, solo estuvieron abiertas entre 2001 y 2010 y entre 2017 y 2019. ¿A qué se debieron esos parones con las casas cerradas?
Pues supongo que porque de aquella se obtenían subvenciones también y porque se ve todo muy idílico, pero hay que conocer el lugar que vas a promocionar y regentarlo. En la primera fecha, los antiguos propietarios delegaron su recepción y demás a otras personas y en la segunda época los chicos eran de fuera de Asturias y luego se volvieron a mudar.
Esperamos que esta vez ya, a la tercera, sea nuestro proyecto, y consigamos que la gente disfrute de este lugar.
–Ya de vuelta al presente, ¿cómo afrontan las cuatro casas esta nueva etapa? ¿Han sido necesarias muchas reformas?
Parece que no, pero sí, hemos tenido que trabajar mucho durante tres meses, para que sean confortables. Había goteras, humedades, estaban sin aislamiento de nada y un largo etcétera.
Hemos conseguido que la gente venga y se sienta a gusto, pero poco a poco, como cualquier casa de aldea, hay que ir realizando mejoras y mantenimiento, que es lo más importante, para que estas casas de más de 100 años de antigüedad, lleguen a otros tantos.
–¿Qué destacaría, individualmente, de El Carbayu, La Castañar, La Faya y La Nozal, cada una de las cuatro casas de La Vallicuerra?
Pues a ver:
La Faya es la más vendida, una cabaña donde antes realizaban cestos, reconvertida en un alojamiento acogedor con un dormitorio, salon, cocina y baño. Para esta casa hemos dispuesto una terraza privada, con una pequeña barbacoa de carbón, y mobiliario exterior, donde contemplar las vistas del Valle de Turón.
La Castañar, tiene dos dormitorios y dos plantas, en ella hemos querido agrupar la cultura minera de las Cuencas. Por eso esta decorada con utensilios y fotografías de las antigüas minas, tanto de la zona del Valle de Turón, como de Aller o Langreo. Un lugar donde conocer nuestra cultura a la vez que disfrutas de la estancia.
Cuatro de las habitaciones de las casas |
El Carbayu, es nuestra casa más grande. Tres plantas y tres habitaciones la componen, junto al corredor (balcón) de madera noble de castaño. Es la que más gusta. Conserva en sus suelos y estructura toda la madera de hace más de 100 años, es toda una experiencia alojarse y recordar las antiguas casas de nuestros abuelos, a la vez que dispones de todas las comodidades. Desde el corredor divisas casi todo el pueblo, nuestros bosques y en invierno, cuando los árboles no tienen hojas, llegas a observar los antiguos vestigios de la mina El Mosquil.
Por último, La Nozal es nuestra casa más aislada, ideal para familias, amigos o parejas que quieran desconexión máxima. Desde el aparcamiento se acede a ella por un camino con una ligera pendiente, donde poder ir divisando el entorno. Además posee entrada autónoma, para las personas que no quieren contacto con nadie, aunque nosotros siempre nos encontramos entre bambalinas para todo aquel que necesite cualquier cosa.
–Nos comentaba en privado que busca hacer de La Vallicuerra un lugar en el que dar a conocer la historia del pueblo y de sus antepasados. ¿Cómo se vuelca ese contenido histórico y cultural en un proyecto como este?
Pues además de la decoración que tenemos en las casas y el museo al aire libre que tenemos en el pueblo, la antigua mina El Mosquil. Para el próximo año empezaremos a realizar algunas actividades, donde las personas podrán conocer la historia y aprender tradiciones que llevaban a cabo nuestros padres y abuelos, y que aún algunos de nosotros las seguimos realizando.
Pero no podemos contaros más todavía de este tema, os vamos a dejar con la intriga, porque es algo que tenemos que ir moldeando éste invierno, así que sólo os podemos decir que estéis atentos a nuestras redes sociales (Facebook e Instagram), nuestra web y Whatsapp (604548340), porque iremos anunciando novedades por estos medios.
–Sabemos que han puesto en marcha una curiosa iniciativa ligada a las piedras…
Este mes hemos puesto en marcha una iniciativa o actividad gratuita para las personas que visiten nuestro pueblo y sus lugares de interés. Y no es solo para las personas alojadas, sino para cualquiera que las encuentre.
Todos los meses dejaremos en lugares públicos, eso siempre, por la zona de la senda, la mina, o el mismo pueblo, piedras pintadas y decoradas a mano, autóctonas del pueblo, que las personas que se encuentren se las podrán llevar a casa, conservando así un trocito de La Güeria de Urbiés. Lo único que nos gustaría a cambio, es que nos etiquetaran en las redes sociales, tanto con el nombre de la iniciativa, #guerocks, como con nuestro nombre de usuario, @la.vallicuerra, para así saber cuanto viajan estos trocitos del pueblo por el mundo.
–Las casas abrieron sus puertas el pasado 8 de septiembre. ¿Qué balance hace de estas primeras semanas en funcionamiento?
Pues la verdad que es un balance muy positivo. A ver, cuesta volver a arrancar este negocio, y más ahora con el tema de la economía, pero nuestros precios son muy asequibles. Podéis venir de escapada un fin de semana o por semana (que hay muchas personas ya, que nos han visitado por semana) desde 25-30 euros por persona y noche. No son precios para nada elevados y además a veces realizamos promociones, o como en este último puente de los Difuntos o de Samaín, en el que regalábamos a nuestros clientes un desayuno.
–¿Existe algún perfil más o menos habitual de clientes? ¿Qué opinión se llevan quienes nos visitan de La Güeria y del Paisaje Protegido de las Cuencas en el que se enmarca esta aldea?
Pues en lo poco que llevamos abiertos, nos han visitado ya personas de Francia, Holanda, Mallorca, Palencia, Bilbao, Oviedo, Mieres...
No hace falta ir lejos de Asturias, para poder descubrir un lugar increíble y reconectar con la naturaleza que nos rodea.
A los clientes les ha encantado el pueblo, tienen un par de rutas cercanas, el museo al aire libre, bosques autóctonos por los que pasear, y estamos a 45 minutos de Oviedo, en pleno corazón de Asturias, estamos muy bien comunicados. Desde aquí pueden moverse muy bien y recorrer toda Asturias.
–Tenemos que hacer la pregunta, ¿qué tarifas se manejan para el alojamiento en las distintas casas?
Pues como te comentaba antes, son tarifas bastante asequibles, si es cierto que en temporada alta las subimos, pero hacemos muchas promociones.
En las cabañas más pequeñas puedes pasar un par de noches por 120 a 145 euros, porque sí, nuestra política es la de una estancia mínima de dos noches si no con una no os daría tiempo a descubrir ningún lugar del pueblo.
Y las otras casas más grandes desde 100 y 150 euros la noche. Vamos una media de 25-30€ por persona. Las más grandes son ideales para grupos, aunque a veces dependiendo la temporada las abrimos para menos ocupación.
–El turismo rural se suele asociar con un turismo familiar, ¿qué pueden encontrar las familias que lleguen a La Vallicuerra con niños?
Nuestras casas son ideales también para venir con niños. Aunque todas disponen de escaleras, tenemos vallas de seguridad, protecciones para enchufes, libros para todas las edades, juguetes educativos y hasta alguna tienda tippie. Además estamos pensando en instalar alguna zona de juegos exterior y por supuesto lo pasarán como los indios visitando la antigua mina El Mosquil. Porque para quien no lo sepa, pueden sentarse en alguna máquina de la época. Contarles la historia, que ahora hay paneles informativos y hacer que vuele su imaginación.
Asimismo, disponemos de cunas gratuitas para menores de dos años.
–Otra cuestión importante para posibles interesados en alojarse, ¿se admiten animales?
Por supuesto, creemos que es algo fundamental, ya que hay muchas personas que viajan con sus mascotas y les gusta disfrutar de la naturaleza con ellas. Eso sí, pedimos 5 euros por reserva, por el extra de limpieza, pero también ponemos a su disposición cama o manta, cuenco y un pequeño detalle para ellas.
Admitimos cualquier rango de peso y raza, no sólo perros, también hemos tenido algún gato, y si tenéis pensado venir con otra mascota, consultárnoslo.
Lo que sí aconsejamos siempre, es que cuando salgáis del establecimiento los llevéis atados, tanto por su seguridad como la de los demás. En los pueblos los animales están acostumbrados a estar sueltos, conocen la zona y además hay ganado.
–¿Existe la posibilidad de ampliar el conjunto con la incorporación de alguna otra vivienda?
Sí que podría existir la posibilidad, pero sería en un futuro lejano y si nos tocase la lotería [sonríe]. De momento tenemos que conseguir clientes y mejorar las instalaciones que tenemos e ir poco a poco.
–Seguramente muchos de nuestros lectores se acordarán de La Caleyuca, el bar-tienda que usted y su pareja pusieron en marcha en La Güeria hace unos meses. ¿Cómo está funcionando este otro proyecto?
Bueno al final lo lleva una pareja de Mieres, van hacer ahora seis meses con su negocio. El tiempo lo dirá, hay que trabajar mucho en los negocios propios Si es cierto que las personas que vienen están encantadas con el pueblo y les encanta la naturaleza que pueden disfrutar en él, así que habrá que dar publicidad y conseguir que la gente disfrute del pueblo como nosotros en él.
–Con La Caleyuca y La Vallicuerra en marcha, ¿qué les diría a todos aquellos que estén pensando en emprender en la zona rural? ¿Qué apoyos y qué trabas se encontró usted en el camino?
Que Asturias, aunque suene a clásico, es un paraíso. Somos unos privilegiados, tenemos todas las comodidades posibles, impensable en la época de nuestros abuelos y no estamos explotándolas. Puedes vivir en el medio rural, sin perder comodidades, pero ganando en salud. Las personas que tienen dudas, que se lancen, al final lo importante es salud, y en los pueblos, la vida se lleva de otra manera mucho más sana.
Respecto a las trabas, como siempre, la lentitud de la administración y la falta de organización. Nosotros pensamos que el pueblo debe venderse desde el pueblo, desde la perspectiva de las personas que viven en él, y que sean capaces de enseñar a los de fuera nuestra historia, nuestra cultura, nuestras costumbres, que les pueden gustar o no gustar, pero que son las que llevan décadas conformando los paisajes y el medio rural en general que hace que miles de personas se enamoren de Asturias.
Entrada a La Vallicuerra, con La Güeria al fondo |
–¿Existen ayudas por parte de las administraciones?
Pocas... Como te decía anteriormente, para que las ayudas funcionen deben estar organizadas por personas del medio rural, que sepan lo que realmente necesitan y lo que realmente pueden aprovechar, no desde los despachos.
–Dicen que no hay dos sin tres, así que después de dos proyectos como La Caleyuca y La Valicuerra, ¿hay algún otro proyecto en mente, a corto o medio plazo?
No que va, creo que este proyecto de alojamientos rurales será lo último. Pero que conseguiremos aunar nuestras pasiones, la ganadería, la cultura y la continuidad del medio rural. Podremos alojar a visitantes que vengan a conocer la historia de las Cuencas Mineras y les podremos enseñar toda la belleza del valle de Turón.
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