ENTREVISTAS DE OTRA ÉPOCA: Manuel Menéndez Baquero (elvalledeturon.net, 2010)


Con el lanzamiento de esta primera entrevista empezamos el ensamblaje de un rompecabezas gigante constituido por los recuerdos individuales de los turoneses, notables o anónimos, que formarán, con el tiempo, una especie de memoria colectiva de nuestro valle, finalidad primera de esta página. Mensualmente elvalledeturon.net dará la palabra para que esos testimonios no se pierdan, para que todos los testigos que han vivido en su propia carne páginas de la historia de este pueblo puedan compartirlas y dar fe de unas vivencias que merecen todo nuestro reconocimiento. Manolito Baquero es, sin duda alguna, uno de esos testigos privilegiados del pasado, del presente y del devenir de nuestro valle
Un nombre y un apellido tan ligados a Turón que parece reflejarse en él lo que hoy se suele llamar “el imaginario colectivo”. Para muchos Baquero es toda una institución.
Las preguntas, en este caso, como en cada encuentro, son escuetas para que los recuerdos fluyan de manera natural por la boca del protagonista. Respetamos al mismo tiempo, para ser más fieles a su rememoración, los momentos de silencio… esos momentos en los que la memoria navega solitaria rebuscando lo esencial.
Con Manolito Baquero, memoria clara y prodigiosa, emprendemos el viaje…con él y por él extendemos nuestro entrañable agradecimiento a todos los protagonistas de la historia de nuestro “pueblín”. GRACIAS.

Háblanos de tu familia
Mi madre nació en La Cabritera, al lado de La Bázarna, mi padre en Mieres. Pero de muy joven vino a Turón, para trabajar en “vía estrecha” y luego pasó a “vía ancha” en Hulleras de Turón. Allí se casó con mi madre, le llevaba 10 años. Quedo yo solo. En mi casa siempre había mucha gente. Mi madre, Rosario Baquero, era modista y tenía bastante fama. Tanto así que a mi padre se le conocía por Baquero y no por Menéndez, cosa que a él no le preocupaba, al contrario. Esa importancia del apellido Baquero es tal que mis hijos acaban de enlazar los apellidos ante el juzgado en Menéndez-Baquero, cosa que mis nietos tampoco querían perder.

¿Qué significa para ti Turón?
Es difícil decir… para mí Turón significa todo. Es toda mi vida. Nací en la barriada de San Francisco nº 10 en 1925. Yo soy parte de Turón. Mientras viva lo seré, pero… ¿cuántos quedan con conciencia de turonismo? Nadie, quedan pocos… Jacinto el pintor y pocos más.

¿De qué familias te acuerdas?
Me acuerdo de aquellas 292 viviendas, de los niños de aquel pueblín. Había gente de todos los lados. Aquellos portales…Recuerdo una casa en la que vivían 21 personas en 55 m². No se me olvida pero no quiero decir cuál. En una habitación de 8m² ponían dos camas y como había tres relevos se turnaban por tandas de tres obreros, posaderos y familia…¡Qué tiempos! El censo de entonces decía que había 21000 habitantes en el valle, era una cifra aproximativa, dada la dificultad para subir a los pueblos a censar…yo pienso que habría unos 18000 .

¿Qué otros recuerdos te quedan?
Un recuerdo impresionante: un domingo en Turón por los años 1947-48, desde La Felguera hasta La Cuadriella era una verdadera manifestación, la carretera inundada de gente, había 64 bares en todo ese tramo, chamizos, tabernas…
¿Cómo es posible? ¿Dónde estaba esta gente?… El albergue de La Llama estaba hasta los topes, con gente obrera venida de Portugal seguramente algunas traídas por aquel motorista que recibía 10000 pesetas por cada trabajador portugués que venía a picar carbón al valle. Otro ejemplo, en la cuadra del francés, había vacas abajo y una familia viviendo en el pajar. La gente bajaba de madreñes porque no había asfalto, había como unos “pavés” belgas mal puestos…Estrenar unas madreñes los domingos era una delicia y seguramente todo un lujo. Había cuatro autobuses por día, a las nueve de la mañana, uno a las doce, otro a las cinco y el último a las ocho de la tarde... No había más… claro sin coches, ni autobuses, la carretera se llenaba… era un paseo impresionante… Ahora no quisiera que esos gratos recuerdos me hicieran silenciar los problemas existentes: el acoholismo con sus borracheras y peleas. Era algo terrible aquello, aunque quizás la dureza del trabajo tuviese algo que ver con ello.

¿Y los colegios, ese vivero de juventud?
La Salle, La Veguina, Villapendi y todas las escuelas de Hulleras de Turón. Había una escuela en cada pueblo… 19 escuelas con 19 maestros. Todo desapareció progresivamente con la concentración. San Andrés tenía un gran colegio y también Urbiés. La escolarización en Turón mejor que nadie. De manera más reciente el cierre de La Salle que quizás cierra un ciclo. Aquel Turón era entrañable.

Trabajo duro, pero también ocio y diversión, ¿no?
En Turón siempre existió una gran tradición musical... El quinteto de San Francisco del 47 al 49, yo con 22 años. Después vino el Trío San Francisco, el Coro Minero. Estuve metido en todas esas actividades, el baile, el claqué… en Turón se estilaba cantar en los bares. Teníamos buenas guitarras, buenas voces. El quinteto era famoso y yo era un chavalín. Estábamos Benito el churrero, el que mejor punteaba, Manolín y David los de Amada de la acera de abajo, Lalo, hijo de Mendoza, casado con Carmina Parana. Lalo todavía me llama de vez en cuando, tiene 92 años y una voz perfecta. De ese pasado no queda ninguna grabación en cambio mi hermano Arturo que estuvo con el Trío Arte en París si tenía discos grabados… Antes habías gargantas, voces, hoy todo se alcanza gracias a los micros.
Los cines de Turón eran muy famosos… En el Froiladela presentamos el Quinteto San Francisco. Después teníamos el Ateneo que fue luego Cine España. Más tarde vino el Copeval (Corsino, Pepe y Valerio), más el cine de San Andrés convertido más tarde en panadería, sin olvidar la sala de Urbiés. El Cine España pasó a ser el Fideflor que desaparecería con la edificación del Cine Río. Con las 800.000 pesetas que les tocó en la lotería Fidel y Florentino, de La Camocha, compraron el solar de mi abuelo, una huerta que daba al río, para hacer una sala nueva para remplazar el Fideflor vetusto donde caían muchísimas goteras. Tanto es así que la gente bromeaba cuando la proyección de la película americana “Los Talía ya tienen casa” diciendo “benditos éstos que ya tienen casa” riéndose de las muchas goteras que caían en la sala. El Trío San francisco también actuó en el Fideflor. Aún me acuerdo de Clarina la acomodadora, Riestra, Barbón en la taquilla y Luisina repartiendo entradas.

Se dice que en Turón se bailaba mucho…
¡Vaya que sí! Me acuerdo de la pista María Agustina dónde hoy está El Árbol. También la María Luisa, la de Lalo en Cabojal donde el garaje Arsenio. Tenía yo veinte años... Y estaba, ¿cómo no?, el baile de Zurrón, encima del bar. Tocaba la orquesta con Vitalín Pardo con la mano derecha al piano y la trompeta en la izquierda. Impresionante la afición a la música en Turón, cuatro orquestas…”La Patria Chica” con Jacinto, Miguel el zapatero y Vicente Riol, el tío de Vicentín. Baile fantástico el de Zurrón pero con pocas medidas de seguridad, ya que temblaba el techo del bar. Yo pasé miedo muchas veces, entraba tanta gente, demasiada… no hubo muertes afortunadamente.

¿A partir de cuándo viste tú cambiar Turón?
Con la acción concertada invertían en maquinaria. Hulleras de Turón se dedicó a sacar lo bueno para sacar producción con el único interés de sacar las primas. Desangraron Turón y extrajeron las soluciones de continuidad. Había carbón para treinta años, calando a Fortuna desde Santa Bárbara. No lo hicieron. Luego vino Hunosa en 1967-68. Yo creo que el declive empezó lentamente ahí. Las empresas se integraron en Hunosa con acciones de una peseta. Hubo cierres y proyectos, jardinería, flores, castaños, arándanos… La escombrera de San José se integró al paisaje, doscientos árboles autóctonos… ¿qué queda? Poco, queda muy poco.

¿Y el apogeo?
Los años cincuenta. ¡Impresionantes! Del 50 hasta el 60-61... Las 102 escombreras dan testimonio de la febril actividad del valle: chamizos, bocaminas, pozos, grupos de montaña, incluso minas particulares: La Escribana, mina Fortuna, Clavelina, San Benino, Urbiés hasta casi Tolivia. El valle quedó hecho un “gruyère”, hubo que apuntalar muchas casas y arreglarlas.

¿Y el Turón actual, qué...?
Tranquilo, inmejorable, pacífico pero empobrecido. ¿Qué estamos felices? Bueno, el comercio ha bajado…muchísimo. La gente se va de compras fuera a pesar de lo que tenemos dentro, el Súper, Él Árbol y un servicio al público impresionante. Tenemos cinco farmacias en el valle, ¿quién tiene cinco farmacias y tres consultorios médicos? Pocos pueblos.

¿Tiene el turonés conciencia de pueblo?
Turonés es un gentilicio, hace falta ser turonista que es un entrañamiento con las cosas. El turonés es el que nace en Turón pero hay que tener un grado más. Yo conozco turonistas que no son de Turón, que adquirieron aquí, que viven aquí, tienen un bar y nacieron en otro sitio… aquí en La Felguera por ejemplo.
El turonés de antes era de Extremadura, de Castilla, de Andalucía o de Galicia y de otros lugares de Asturias que había venido a trabajar y que en su mayoría volvió a su tierra en el momento de la jubilación.
No todos venían de afuera. Claro. Aquí había montones de gente nacida en la montaña… En los años 1700 más de 1800 habitantes, 2000 a comienzos del siglo XX. Las minas empezaron en 1890… hacia 1910 unos 2000 habitantes. En el Ayuntamiento votaban los que pagaban contribución…La actividad principal era la madera y la labranza…no había otra cosa. La ganadería en Turón también fue muy importante: el alimento de Turón las castañas, las nueces. Se podía haber hecho algo de gastronomía con la castaña… los franceses fueron más astutos con el “marron” (la castaña).
Turón siempre fue importante... Es imposible, le estuve dando vueltas al tema… ¿Cómo sería Turón, Villabazal, Villapendi…las dos cunas de Turón? En Villabazal había un artesano que hacía campanas de bronce… no me imagino en Villabazal un hombre fabricando campanas para Toledo hace 400 o 500 años ¿Cómo se las arreglaba? …Uno de los mejores campaneros…en Villabazal, Turón, mi Turón… nuestro Turón… ¡Cuánta historia!
Yo encuentro gente de Turón en todos los sitios. Turón es universal. El turonismo siempre será el motor de futuro.

La entrevista, en su maquetación original en la web

Manuel Menéndez Baquero (Turón, 1925-2014), conocido en el valle como Manolito Baquero, fue el encargado de abrir la sección de entrevistas de la web elvalledeturon.net hace más de doce años. Menéndez Baquero, librero de profesión, estuvo siempre implicado en la vida social y cultural del valle. Nadie mejor que él para abrir un apartado de entrevistas.


Jorge Varela firma esta entrevista. Nacido en el valle de Turón en 1951, en 1963, cuando tenía doce años, su familia se trasladó a Bélgica. Su cariño por Turón no desapareció y en el año 2000 Jorge y su padre, David, comenzaron a realizar una investigación sobre los habitantes con los que contó el valle entre 1627 y 1893. Para dar a conocer su trabajo, el 11 de septiembre de 2010, Jorge, docente de profesión, fundó elvalledeturon.net, una auténtica enciclopedia del valle, en la que pueden descubrirse aspectos de su historia, de la genealogía, de los pueblos, de la cultura y de la vida en Turón. Artículos de opinión, reportajes, ensayos, entrevistas y materiales de archivo configuran esta web, toda una referencia en el valle y en el concejo.

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