Los propios vecinos acaban con un narcopiso en la calle Aller
Pancartas en los números 25 y 27 de la calle Aller |
Una veintena de pancartas y un mensaje claro: narcopisos fuera. Estas fueron las herramientas de las que se valieron los vecinos de los números 25 y 27 de la calle Aller.
Desde hace dos años, un narcopiso en el número 27 mantuvo en vilo a ambos bloques. Tras varias demandas infructuosas, los vecinos de ambos edificios decidieron hace unas semanas colgar en sus balcones veintiuna pancartas que formaban un mensaje: "narcopisos fuera. Ansiedad. Dos años con miedo. Miedo. Aquí se trafica, ayúdennos. Suciedad. Estamos desamparados. Insomnio. Nos insultan, nos amenazan. Peligro. Nuestros hijos tienen pánico. Robos. Nuestros hijos merecen seguridad".
Todo comenzó con el fallecimiento de la propietaria de una de las viviendas. Su cuidadora y su pareja se quedaron en el piso, aprovechando la confianza que les había depositado la fallecida, madre de dos hijos con discapacidad. En la vivienda falleció la cuidadora, hace algo más de un año, en marzo de 2022. Desde entonces su pareja intensificó el tráfico de estupefacientes y los problemas de convivencia con los vecinos fueron a más hasta el pasado 21 de abril, cuando esta llamativa protesta surtió efecto y el morador de la vivienda se decidió a abandonarla voluntariamente.
Según apunta La Voz de Asturias, el problema resuelto en la calle Aller podría repetirse ahora en el barrio de Santa Marina, a donde parece haberse trasladado esta persona. El narcopiso de la calle Aller no salió a relucir en la Junta de Seguridad Ciudadana celebrada el pasado mes de marzo, en la que sí se puso el foco en las viviendas de Manuel Llaneza y avenida de Sama en las que también se trafica con sustancias estupefacientes.
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