ÁLVAREZ OPINA: El misterio de los nuevos bancos de las marquesinas

Un ayuntamiento cualquiera decide renovar las marquesinas de las paradas de autobús. Se hacen accesibles y se opta por modelos más modernos y, aparentemente, funcionales. Cuando apenas llevan unas semanas funcionando, se observa que en todas ellas ocurre lo mismo, y es que la madera de los bancos se dilata anormalmente, hasta el punto de que el lugar para sentarse acaba totalmente deformado. ¿Qué está pasando con los bancos de las marquesinas?


Esta introducción resume perfectamente lo que está sucediendo con los bancos de las marquesinas que se reformaron entre junio y agosto. Las de Manuel Llaneza, la de la estación de autobuses, alguna más por Turón, las de la plaza de la Constitución… No hay marquesina que no escape al mismo vicio, el de unos bancos que comienzan siendo bancos y acaban siendo columpios. Todo ello, en cuestión de días, de semanas, a lo sumo.
¿Es la lluvia la encargada de deformar los bancos de semejante manera? ¿Es el sol? ¿Es el uso? ¿Es un saltimbanqui? Bromas y causas aparte, no deja de ser evidente que algo sucede con esos bancos. No es normal que algo nuevo se estropee tan pronto y que se estén estropeando los bancos de prácticamente todas las nuevas marquesinas. Es hora de pedir explicaciones a la empresa que las proporcionó, si no se ha hecho ya. Imagino que como cualquier producto, contará con la correspondiente garantía, que se debería estar ejecutando ya mismo.
No es de recibo que los bancos de las marquesinas no transmitan seguridad y estos no lo hacen. La semana pasada había varias personas mayores esperando el autobús en la calle Manuel Llaneza y nadie quería sentarse en el banco por si rompía. Normal.
Espero que se descubran las causas de este curioso fenómeno y que se tomen las medidas oportunas para solucionarlo. Y que se tomen tan pronto como sea posible. Sería interesante también informar a la ciudadanía sobre qué ocurrió con esos bancos para que, siendo nuevos, estén mucho peor que aquellos a los que vinieron a sustituir. Pero vale, eso igual es pedir demasiado.

Álvarez

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