PUBLICACIONES DE ANTAÑO: De "Las Vacaciones" a "El Mierense", los albores del periodismo local a finales del siglo XIX

Rastrear el origen de las publicaciones periódicas sobre el concejo exige ir hasta los últimos años del siglo XIX. En un momento de auge para este tipo de publicaciones, con tasas cada vez mayores de alfabetización, surgen los primeros títulos que empiezan a hablar de Mieres.
El honor de ser el primero lo ostenta Las Vacaciones, un periódico escolar autográfico publicado en Mieres en 1895 y dirigido por Vital Álvarez Buylla y Sampil. Tuvo un corto recorrido. Algo más largo fue el de La Verdad Suprema, un periódico quincenal del que se publicaron varios números entre septiembre y noviembre de 1897. Su fundador fue Elías Rodríguez Bernardo, un leonés emigrado a Mieres, que lo editaba en la imprenta gijonesa de Zarracina y Valdés.


En 1898 se funda La Voz de Mieres, un periódico semanal que vio la luz bajo el subtítulo “defensor de los intereses morales y materiales del concejo y sus limítrofes”. A diferencia de los anteriores, La Voz de Mieres se asemejaba más al periodismo local que triunfaría décadas más tarde. En sus páginas tenía cabida la actualidad del concejo y también un nutrido grupo de colaboraciones sobre aspectos folclóricos, sociales y económicos del concejo. Esteban Rodríguez Bernardo, hermano de Elías, el fundador de La Verdad Suprema, fue el artífice de este periódico. Comenzó a imprimirse en Oviedo, en la imprenta Sres. Collar y Compañía para, pocos números después, pasar a hacerlo en la imprenta de Eduardo Uría y, unos cuantos ejemplares más tarde, en La Popular, en el barrio de Requejo.
Los últimos años del siglo XIX ven nacer también a El Eco de Mieres, que comienza a publicarse en 1898, cuya esencia recordaba a La Voz de Mieres, pues no en vano compartían a Esteban Rodríguez Bernardo como director y tenían la misma imprenta. Sus críticas para con Hulleras de Ujo y el marqués de Comillas les valieron varias demandas.


Un año después, en 1899, la esencia de El Eco de Mieres se transmutó, con cambio de título incluido, a El Clamor de Mieres, que empezó a publicarse el primer domingo de octubre de 1899, con tirada semanal. Estaba dirigido por Claudio García (Fernández, para algunas fuentes consultadas) y se editaba en la imprenta La Popular. Existe la teoría de que detrás de él se encontraba Esteban Rodríguez Bernardo, que usó a su buen amigo Claudio García como director figurado, con el fin de evitar nuevas demandas. García era en ese momento un destacado miembro del Círculo Republicano de Mieres. Para ese entonces, Rodríguez Bernardo convocaba mítines en la Agrupación Socialista y llamaba a los obreros a organizarse. 
Ese mismo año Urbano Iglesias Fernández funda otro semanario, El Mierense, con sede en La Pasera y editado en La Popular. “Será independiente y defenderá los intereses morales y materiales de este concejo y demás del partido judicial”, señalaba en su primer número.

Estas seis publicaciones sentaron las bases del periodismo local del siglo XX. Nos ha sido imposible hallar más contenidos que la cabecera de una de ellas y un anuncio de otra, con fotografías extraídas, respectivamente, de la Gran Enciclopedia Asturiana (ed. Silverio Cañada, 1970) e Historia de Mieres, de José Antonio Vega Álvarez (HiFer, 2015).
Este artículo no habría sido posible sin "Democracia, republicanismo y librepensamiento en Mieres: de los orígenes a la primera década del siglo XX", de Sergio Sánchez Collantes, publicado en el Boletín de la Fundación Emilio Barbón, V (2012). 

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