PEQUEÑAS SEMBLANZAS DE GRANDES MIERENSES: Marta Guilhou

La historia de Mieres no puede entenderse sin el papel que jugó en ella una familia de origen francés, los Guilhou. Al archiconocido Numa Guilhou (1814-1890) lo sucedió en Mieres su hijo Ernesto Guilhou (1844-1911), que, a su vez, fue padre de dos niñas: Jacqueline (1869-1941) y, Marta (1884-1942), quien nos ocupa en esta entrega.


Marta Guilhou Geourgault vino al mundo en 1884 en Bocau, una localidad costera de la Aquitania francesa. Los negocios de su padre la trajeron a Mieres siendo una niña y aquí transcurrió su infancia y su juventud, muy ligada al complejo industrial de su abuelo. De hecho, Fábrica de Mieres inauguró en 1897 su nueva capilla, consagrada a Santa Marta de Betania, en un guiño de Ernesto hacia su hija.
En 1905 Marta se casó con Ricardo Heredia Loring, conde de Benahavis. El matrimonio, celebrado en Málaga, duró menos de un lustro, por el fallecimiento del conde en 1909. Un año después, el 25 de noviembre de 1910, Marta contraía segundas nupcias con Manuel Loring Martínez, conde de Mieres, y lo hacía en la capilla de Santa Marta de Betania. Si de su primer matrimonio nacieron dos hijos, Ricardo y Marta Heredia Guilhou, del segundo vinieron al mundo siete: Ana, Manuel, María Teresa, Ignacio, Javier, Herniette y Jacqueline Loring Guilhou. Todos ellos nacieron en Mieres, por expreso deseo de Marta, condesa de Mieres tras su matrimonio con Manuel. Aquí asumió, junto a su hermana Jacqueline y los esposos de ambas, la dirección de Fábrica Mieres a partir de 1911, cuando falleció su padre.
La nieta de Numa Guilhou estaba estrechamente unida a Mieres y sus gentes. Era una habitual de dispensarios en los que prestaba una inestimable ayuda material y espiritual a las familias más necesitadas. Madre de nueve hijos, era frecuente verla en el colegio Santiago Apóstol, fundado por sus padres en 1904. Allí organizaba actos, leía cuentos y participaba de todo lo que se le proponía. En 1925 fundó el desaparecido colegio femenino Santa Marta, para hijas de los trabajadores de Fábrica de Mieres. También fue una de las grandes benefactoras del Orfeón de Mieres. En su haber figura, además, la construcción de 64 viviendas para trabajadores encargadas al famoso arquitecto Teodoro de Anasagasti y conocidas popularmente como Las Casas Baratas, por la ley de 1911, en la calle Martínez de Vega esquina con Leopoldo Alas. Ella, su hermana y los maridos de ambas supervisaron el proyecto.


La muerte la sorprendió el 14 de enero de 1942 en la mismísima gerencia de Fábrica de Mieres. Tenía 57 años. El destino quiso que falleciese cinco años y cuatro días después de su segundo esposo. Su funeral se oficializó en la capilla de Santa Marta de Betania, donde fue enterrada. Sus restos se trasladaron con posterioridad a la iglesia de Santa María Magdalena, de La Rebollá, para salvaguardarlos tras el derribo de Santa Marta de Betania en 1968, por las obras de la carretera entre Mieres y Oviedo.
Marta fue recordada durante décadas como una condesa cercana al pueblo y preocupada por él. "Sus caridades […] más que carácter de limosna, tenían toda la fuerza y el valor de una amiga suya […] Había en ella una inquietud maternal, un interés siempre despierto por todas esas familias de los obreros de la empresa", apuntaba la prensa de la época tras conocerse su fallecimiento.
"Mieres entero evidenció el afecto que tenía a la ejemplar y benemérita dama cuyo fallecimiento ahora llora […] El concejo entero se volvió en la villa de Mieres para rendir este tributo póstumo a la dama que fue el apoyo de los pobres y como una madre para todas las familias dependientes de Fábrica de Mieres", se lee en las informaciones sobre su funeral
El Ayuntamiento decidió en 1960 que la plaza situada frente al convento de los Padres Pasionistas llevase el nombre de Marta Guilhou. Sin embargo, en 1982 se cambió a su denominación actual, plaza de La Libertad. 
En 14 de enero de 1992, cincuenta años después de su muerte, fue recordada con una misa cantada en el templo de La Rebollá. 

Fotografías: 
·José María Pellanes (para El Comercio). 
·Esquela publicada en La Nueva España.

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