Alberto y María Josefa son vecinos de Cangas de Onís. Allí lleva él toda la vida, ella, desde que se conocieron y se enamoraron, hace más de veinte años. Ojalá lean estas líneas, porque sé que les va a prestar, aunque, por razones obvias, haya distorsionado un poco sus nombres. Son muy conocidos en aquella tierra, es lo que tienen las buenas personas. Fruto de su amor nació un hijo que hoy estudia en Castilla y León.
"Cuando viene o va o vamos nosotros a verlo, siempre tiramos a Mieres", me contaban hace unas semanas. "Nos lleva el mismo tiempo ir a Mieres que a Oviedo, una hora y unos minutos, pero está mucho mejor para aparcar y oye, siempre que podemos nos damos una vuelta y comemos algo por allí", apuntaba él. "Hay vida, hay servicios y no hay esa saturación turística que tenemos aquí", señalaba ella.
Su caso no es el único de vecinos del oriente que de vez en cuando se vienen a Mieres. Telma, también nombre distorsionado, es una castellanomanchega afincada en Llanes. Un sol de mujer que es madre de dos niñas nacidas en Mieres, en el Álvarez Buylla. "Me lo recomendaron y fue genial en ambos partos, tanto que aún conservo amistad con una de las matronas, que son estupendas", me decía. En los DNI de las niñas figuran como nacidas en Llanes, "pero nacieron en Mieres y la primera pasó sus tres primeros días de vida allí", me comentaba, con gracia. Siempre que puede se acerca a Mieres y valora que echa "una hora y poco" y que no es difícil aparcar. También comparte con los de Cangas de Onís los servicios que ofrece la villa y sus buenas comunicaciones con otros puntos de la península. "Alguna vez he ido a Madrid desde Mieres", apuntaba.
Un par de ejemplos, para empezar la temporada, de cómo nos ven desde fuera aquellos que están a unos 80 kilómetros de distancia, en una de las zonas más turísticas de Asturias. Quizás sería interesante participar en ferias y certámenes que se organicen por allí, donde día sí y día también se reciben centenares de turistas. Quizás sería interesante estrechar vínculos con el oriente, también con el occidente, apoyándonos en nuestras buenas comunicaciones en autobús y tren con la meseta. Alsa y el AVE que no es AVE, o no del todo, son dos atractivos que no tienen otros concejos y a los que deberíamos sacarles partido. También al excelente servicio de ginecología del Álvarez Buylla, todo un orgullo para el concejo.
No sé, reflexiones para empezar el curso…
ÁLVAREZ
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