UN LUGAR PARA VIVIR: Pumardongo, dieciséis años después

Dieciséis años no se cumplen todos los días y es por ello por lo que a lo largo de este mes hemos decidido volver a tres de los lugares para vivir que conocimos en 2009, para celebrar con ellos nuestro aniversario y contemplar cómo les ha afectado el paso de estas casi dos décadas.
Si en la anterior edición recorrimos La Fonda, en esta hacemos lo propio con PUMARDONGO.


PUMARDONGO es una aldea de la parroquia de Baíña que conocimos allá por el 2009. En concreto, en agosto, cuando producimos un reportaje que salió publicado a comienzos de 2010 en esta web.
Poco ha cambiado en cuanto a su censo, ya que conserva los veintitrés habitantes que tenía en aquel entonces. Situada a 210 metros de altitud sobre el nivel del mar, PUMARDONGO sí que ha experimentado cambios en estos dieciséis años. El más evidente, la rehabilitación de su lavadero, llevada a cabo en 2011.
Otra notable transformación fue el asfaltado de sus caleyas, así como la instalación de un pequeño espacio de gerontogimnasia a la entrada del pueblo.
Por lo demás, las viviendas apenas han experimentado cambios, más allá de nuevos colores en sus fachadas, como alguna, que ha pasado del amarillo al azul. También se ha empezado a restaurar una antigua vivienda abandonada, situada en el acceso de este pueblo, al que aún se llega previo paso de las vías de Feve.

Un paseo por la zona, sin apenas dificultad, podría unir Cardeo con Baíña previo paso por PUMARDONGO. En poco más de tres kilómetros se descubrirán otras tantas aldeas repletas de etnografía, con vistas y en las que no falta el sol, como el que nos acompañó en la realización de las fotografías actuales en el pasado mes de octubre.

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