CRÓNICA NEGRA MIERENSE: El pastor alemán hallado muerto en un contenedor (2006)

El 22 de agosto de 2006 un vecino que iba a tirar la basura a los contenedores de La Campeta se llevó una desagradable sorpresa: al levantar la tapa se topó con el cadaver de un pastor alemán. Dio aviso a la Sociedad Protectora de Animales de Mieres y a la Policía Local. Comenzaba así un caso que dio mucho de que hablar en aquel verano.


Las pesquisas de la Protectora, que reparó desde el minuto uno en que en las proximidades del contenedor había un coche con otro perro dentro. La Policía Local confirmó que, en efecto, aquel perro estaba relacionado con el hallado en el contenedor: ambos eran de una misma pareja de Peñíscola que había llegado a Mieres unos diez días antes y se habían alojado en el hostal del Casino. Como el establecimiento no admitía canes, los dejaron en el coche, un Opel Vectra que permaneció aparcado en todo momento en la subida a La Campeta. Varios testigos afirmaban haberlos visto llevándoles comida.
La Sociedad Protectora de Animales de Mieres denunció a la pareja en la vía contecioso-administrativa y en la penal. En la primera, los dueños podían verse obligados a pagar hasta 90.000 euros de multa por vulnerar la Declaración de Protección y Derechos de los Animales de la Unesco. En la segunda, el Código Penal tipificaba como falta en aquel entonces el abandono de animales domésticos, con pena de multa de 10 a 30 días. La Policía Local también interpuso dos infracciones administrativas: una, por vertido ilegal de residuos orgánicos; la otra, por insultos hacia los agentes por parte del dueño de los perros.
Según el relato de la Protectora, avalado por varios testigos, la pareja había llegado a Mieres en torno al 12 de agosto con sus dos perros. Como no habían podido alojarlos en el hostal, los dejaron en el coche, con la mínima ventilación y en un agosto que fue particularmente caluroso. El pastor alemán falleció asfixiado y, para deshacerse de su cuerpo, los dueños no tuvieron otra idea que arrojarlo al contenedor.


El juicio se celebró en marzo de 2007. En primera instancia los dueños fueron condenados a una multa de 125 euros, acusados de cometer una "falta contra el orden público". A ello se sumó la sanción del Ayuntamiento por vertido ilegal de residuos orgánicos. Los acusados recurrieron ante la Audiencia Provincial de Oviedo que en noviembre de 2007 revocó la multa, pues no apreció dolo en los hechos. "Los animales se ven con frecuencia recluidos en automóviles en precarias condiciones por estar prohibida su entrada en determinados lugares", recogía la sentencia, que absolvía a los dueños del perro de todo lo que se les imputaba, excepto de la agresión verbal a los agentes, que les valió una multa de 50 euros.

Ilustran esta entrada un primer recorte de El Comercio del 24 de agosto de 2006, sobre el hallazgo y la posterior denuncia, y un segundo recorte de La Nueva España, en su versión digital, sobre la absolución decretada por la Audiencia Provincial el 27 de noviembre de 2007.

Comentarios