Esta temporada apostamos por este nuevo apartado que refuerza el bloque cultural, pensado para rescatar del olvido auténticos tesoros relacionados de una u otra forma con el concejo. Llevamos más de dieciséis años hablando de Mieres y en este tiempo hemos acumulado centenares de objetos que merecen ser expuestos. Algunos, porque se cruzaron en nuestros caminos de forma fortuita; otros, por medio de donaciones. Los hay adquiridos con el dinero que deja la web, como un fondo bibliográfico de primer nivel sobre el concejo. Todo ello lo hemos ido guardando porque nos encanta Mieres y disfrutamos hablando de Mieres. Y ha llegado el momento de compartir algunos de esos tesoros con ustedes.
Les advertimos de que algunas entregas pueden desatar sentimientos de nostalgia. Es lo que tienen muchos de los tesoros que vamos a compartir con ustedes a lo largo de la temporada. Bienvenidos y bienvenidas a esta particular exposición virtual.
La séptima pieza de nuestra particular colección es, quizás, la más bizarra. Porque sí, nos ha costado un euro una guía de recursos publicada en 1998 que lo único que tiene de particular es que está llena de faltas de ortografía y errores de redacción. Desconocemos si es solo la nuestra la que está así, pero imaginamos que todas las de aquella tirada hayan salido igual de imprenta. No vamos a dar nombres de sus responsables, para no avergonzarlos. Las faltas de ortografía y los errores de redacción no le quitan su mérito a una guía muy completa, que entremezcla recursos públicos con otros de titularidad privada, y que permite ver cómo era la vida a finales de los 90, como que el alquiler de una cancha de tenis en Vega de Arriba costaba 300 pesetas por hora.

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