Diez
años y más de 330 lugares para vivir.
Ese es el balance de una sección que junto
Cómo han pasado los años es la
única que han resistido al paso del tiempo y que ha acompañado a los lectores
de esta web durante la última década. Una sección que es hoy por hoy uno de los
pilares de la página y el principal canal de tráfico en diferido, esto es,
personas que hacen determinadas búsquedas en internet y acaban llegando a
alguna de sus entradas.
Durante
estos diez años les hemos mostrado cómo son los distintos pueblos, caseríos y
lugares del concejo a través de reportajes que combinan información y
fotografías. Sin embargo, nuestro ‘trabajo’ en cada uno de los lugares que
hemos ido visitando va más allá de lo que se ve en esos reportajes. Fruto de
ello, disponemos de un archivo de centenares de fotografías que no han salido
publicadas. Entre todas ellas hay un buen número de instantáneas que se
corresponden con aquello que nosotros hemos llamado La vida en un lugar para vivir. Coincidiendo con nuestro
aniversario, hemos decidido hacer públicas sesenta de esas fotografías inéditas
que muestran animales, paisajes y paisanajes que nos hemos ido topando a lo
largo de estos años de recorrido por la zona rural del concejo. Las hemos
decidido publicar a lo largo de tres entregas, precedidas de pequeños textos
explicativos y rotuladas con la fecha y el lugar en el que fueron realizadas.
Todas se amplían haciendo clic.
Habitualmente
la zona rural se liga al campo, a la
agricultura. En estos diez años recorriendo el concejo hemos comprobado no solo
que eso es así, sino también que en Mieres puede presumir de tierras fértiles,
como las que albergaban estos imponentes maizales en Uriendes y El Barrial:
Quizás
de ese maizal de El Barrial saliesen las riestras de panoyas que adornaban este
corredor en Baiña. Desconocemos, eso sí, el motivo de por qué unas estaban a un
lado de la barandilla y otras, al otro:
En
nuestras huertas se da prácticamente todo, desde tubérculos a verduras pasando
por cereales, como el maíz del que hablábamos antes o esta escanda que poblaba
parte de una huerta en Llinares:
Lógicamente,
para que las huertas den es necesario cuidarlas y protegerlas de aves y otros
animales. En este punto entran en juego los espantapájaros. Nos encantan ya que
hemos topado algunos que son verdaderas muestras de creatividad, como estos de
Ribono y La Floría:
Las
tierras del concejo son fértiles en cultivos relacionados con la huerta y
también en los relativos a distintos tipos de fruta. Estas dos
imágenes en las que se observan las plantaciones de manzanos sobre las antiguas
escombreras de Morgao y La Cantera, en la Güeria de San Xuan, dan cuenta de
ello:
Pese
a todo, hay cultivos que se resisten en algunas zonas, pero que no por ello
dejan de regalarnos instantáneas como las dos siguientes. En una de ellas, un
platanal sacado arriba con mucho esmero a orillas de una reguera en Les Cuestes
de Lloreo que, pese a la altura de las plantas, nunca había dado plátanos,
según nos contaban vecinos del pueblo. En la otra, unos cuantos girasoles “que
son más flor que otra cosa”, en palabras de su dueño, en El Cauxal de Cuna:
Y
sí, decimos que este concejo es muy fértil y que en él se da prácticamente todo
no solo por lo que hemos visto, sino también por lo que hemos probado. Hemos
perdido la cuenta de cuántas veces nos han agasajado con muchas cosas, como
estas riquísimas uvas que un amable vecino de Valmurián nos regaló hace unos
años:
No
solo nosotros nos alimentamos del campo; también los animales. Dado que la
mayor parte de nuestros reportajes se preparan entre mayo y octubre, en muchos
de los pueblos, caseríos y lugares visitados nos hemos encontrado con una
ancestral tradición: andar a la hierba, ya sea en el suelo y en plena faena,
como en esta primera imagen de La Sesma, o ya lista en una de las tradicionales
varas, como la que les mostramos en esta segunda que nos encontramos al pie de
la carretera a Casares:
La
naturaleza es inmensamente rica y nos ha permitido a lo largo de estos años
disfrutar de parajes espectaculares, como el humedal de Agualestro, en el que
las inundaciones de junio de 2010 causaron graves daños de los que aún no se ha
recuperado:
También
nos ha regalado infinidad de paisajes de ensueño, en los que predomina el verde
tan característico de este paraíso natural que es Asturias. Paisajes como estas
vista que muestran, respectivamente, el valle de Turón desde Urbiés y el valle
de Cuna desde Villar de Gallegos:
Paisajes
a los que a veces se llega siguiendo caminos que son en sí mismos parajes
impresionantes, como el empinado y a la vez bonito camino que conduce a La
Yana’l Güiyu o la carretera, muy parecida a la anterior, que lleva a Viesca:
Paisajes
que en muchas ocasiones atesoran historias que traen consigo duros recuerdos,
como este robledal de El Yenu La Tabla en el que se encuentra una de las varias
fosas comunes que existen en el concejo y que se identificó hace unos años con
un monolito que, según nos comentaban vecinos del pueblo, no se encontraba en
el lugar exacto en el que se hallaban los cuerpos:
Más
de La vida en un lugar para vivir, en
la próxima entrega. Si no ha leído o desea recordar el primero de estos
reportajes especiales, puede encontrarlo siguiendo este
enlace.
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