La necesidad de dar salida al carbón hizo que se construyera el Vasco, ferrocarril inaugurado en 1906 que ponía en comunicación la cuenca del Caudal con el puerto de San Esteban de Pravia en la desembocadura del Nalón. El carbón encontraba de este modo su salida necesaria a cambio de levantar una barrera difícil de franquear que secuestraba aquellos suelos al natural desarrollo de Mieres y sembrando los rasgos de su futura marginalidad urbana. En el entorno de la estación del Vasco, cargaderos y almacenes fueron configurando su propio espacio a lo que se sumaban huertas dispersas, viviendas en precario como las casas de Molina, pequeños talleres, ferreros, la fundición Aguinaco…
Al filo de los años 50 el INV levantó, en el borde mismo del Caudal, los 800 pisos de Santa Marina, barriada de vivienda barata destinada al alojamiento de la población trabajadora que se comunicaba con el resto de la ciudad a través de un congestionado paso a nivel.
Esta semana y la siguiente dedicaremos este apartado a ver el antes y el ahora de La Mayacina.
*Rogamos que nos disculpen por no poder ofrecer imágenes actuales de las zonas que aparecen en las antiguas, pero estas fueron en su totalidad tomadas desde el aire, algo que de momento no podemos hacer.
Comentarios
que los aprovechen y hagan alguna pista de petanca