Los pasionistas llegaron a Mieres a
finales del siglo XIX, de la mano de los Marqueses de Camposagrado, quienes les
confiaron la administración de la capilla del Carmen, en La Villa, mientras se
realizaban las obras de su propio templo.
El 23 de mayo de 1909, la comunidad
pudo ocupar su nuevo templo, de dimensiones mucho más reducidas que el actual.
Estuvieron realizando sus labores en ese templo hasta que, a finales de los
cincuenta, se vio la necesidad de construir algo más grande.
El nuevo convento, inaugurado hace
cincuenta y cuatro años, fue la solución a ello. De ladrillo, con una imagen
moderna para la época, siguió acogiendo en su interior las imágenes de diversos
santos, entre ellos San Pablo de la Cruz, Santa Gema o San José.
Junto al edificio también se construyó
un pequeño bloque de viviendas usadas por los padres y, posteriormente, el
colegio concertado “Lastra”.
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Comentarios
El edificio donde está ahora el colegio se construyó por la misma época de la iglesia antigua, que era usado como vivienda por ellos. Luego ya en los 50 hicieron la nueva iglesia con el edificio de tres plantas que se ve a la izquierda en la foto, para vivir en él.
Personalmente, me hubiese gustado más que mantuviesen la antigua iglesia, por las fotos, tiene la pinta de ser de esas iglesias que atraen turistas y visitantes por su arquitectura y tallas, y hoy en día aportaría gran valor a Mieres.
Pero lo hecho, hecho está y no se puede cambiar