Como cada temporada, para esta habíamos recorrido
cuarenta ‘lugares para vivir’ que ya hemos mostrado.
Tal y como hicimos el año pasado, repetimos durante
estas seis semanas (las que nos quedan, antes de acabar la temporada) seis
pueblos mostrados en temporadas anteriores del blog.
Comentar también que desde hace dos semanas estamos
recorriendo nuevos pueblos que les mostraremos en este apartado a partir de
septiembre.
Esta semana nos movemos hasta un lugar cargado de
etnografía y rebosante de tranquilidad, un lugar al que se puede acceder tanto
desde Santullano, pasando Villareo, como desde la zona de Vegalafonte y que
lleva por nombre BRAÑANOCEO.
BRAÑANOCEO es una localidad perteneciente a
la parroquia de Santullano formada por dieciocho viviendas en donde únicamente
hallamos censadas a tres personas. Se encuentra a unos tres kilómetros de
Mieres.
Señalábamos antes que era un pueblo que, además de
guapo, estaba cargado de etnografía, y ello es así porque en él encontramos un
hórreo, un buen número de casas con corredor y galería, casi todas ellas de
piedra y un lavadero de dos pilas y fuente que, dicho sea de paso, debería
estar en mejor estado.
Debemos
destacar también la paz, la calma que se respira en este lugar desde donde se
aprecian muy buenas vistas del Valle de Cuna. Respecto a comunicación con
Mieres a través de transporte, hay dos opciones: o bajar a Santullano para
coger el Emutsa de las líneas 1, 2 o 3, o subir hasta la carretera a que va a
Carcarosa y coger la línea 6 (que solo tiene dos servicios diarios).
Un
paseo que recomendamos a todos los lectores y con el que disfrutarán seguro, es
subir por la carretera que se coge en La Coca hasta Vegalafonte (cuatro
kilómetros), pasando por La Raíz y Rozaes de Bazuelo, dar una vuelta por el
pueblo, y bajar por BRAÑANOCEO a salir a Villareo y de ahí a
Santullano.
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