Propongo que la travesía entre Vega de
Arriba y Santullano sea conocida como la travesía de los indicadores
sorprendentes. En esta Tribuna les
explicaré por qué.
Comencemos nuestro recorrido en la
glorieta de acceso a Mieres entre el polígono y el barrio de Vega de Arriba.
Dos indicadores son los primeros en llamar la atención: Mieres del Camín, 0,1 kilómetros. Uno de ellos se encuentra en la
salida de la rotonda; el otro, en la ramificación del cruce que permite tomar
varios recorridos, entre ellos entrar a Mieres:
Resulta curioso que se señalicen los
cien metros que faltan para llegar a otro indicador de los de borde rojo que indica
que se está entrando en Mieres del Camín y se omitan las distancias que hay
desde ese cruce al tanatorio -en torno a tres kilómetros- y al hospital -que es
de uno o uno y algo-. Más allá de esto,
llama también la atención que estos indicadores se expresen en kilómetros y no
en metros, lo que les hace pasar menos desapercibidos a la vista de personas
que nos fijamos en todo. 0,1 kilómetros parece mucho menos que 100 metros,
aunque la distancia sea exactamente la misma.
El tour
por las señales curiosas continuaría hasta Santullano. En la rotonda del nuevo hospital se puede
observar un indicador que con solo leerlo hace que te salten las alarmas: Álvarez Buylla, 400 m:
¿En serio? Desde la rotonda del
hospital a la puerta principal del edificio hay veinte pasos contados. Treinta
si se va a Urgencias. Imagino que la idea era poner solo 40 m y que se les coló
un cero de más. Como indicador, tampoco
es que sea muy necesario en una glorieta que desemboca en el propio hospital,
pero como en el caso anterior, hay que pensar que los indicadores no están
hechos para quienes conocemos la zona, sino para quienes no la conocen. Esa
máxima podría aplicarse también al tercer caso de indicador curioso que les
presento en este artículo. Se encuentra en las proximidades del puente de
Santullano y completaría esta peculiar ruta que comenzaba en Vega de Arriba:
Valdecunas. Sí, en plural, como si hubiera más
de una. Lleva ya muchos años así y es muy osado pedir que lo cambien, aunque un
poco de pintura blanca para ocultar la S extra no estaría de más. Para los que
estamos acostumbrados a ver y oír ese topónimo como Valdecuna o Cuna, que es el
oficial, se nos hace muy rara esa S final.
Termino dando las gracias a la
Consejería de Infraestructuras, Ordenación del Territorio y Medio Ambiente,
encargada de estas señalizaciones, por haber hecho posible esta Tribuna.
Comentarios
Se nota y agradece la señalización al tanatorio, porque antes era raro el mes en el que no me preguntasen una o dos veces, casi siempre desde coches, cómo llegar al tanatorio desde distintos puntos de Mieres. Debo tener cara de informador turístico fiable.
El últimu indicaor tenía que trayer, como debe ser, Figareo, Uxo y Cuna. Gallegos tenía que tar escrito con che vaqueira y paezme que na señalización del valle de Cuna ta puesto asina, pero comparao con el resto de nomes trasformaos esto ye una miniciua.