Ahora que repaso fotos, me doy cuenta de que mucho me cundió el verano para recorrer el concejo a través de sus sendas y descubrir cosas que desconocía por completo, como que en Mieres tenemos grutas de escalada. Antes de seguir, advierto al lector de mi inexperiencia en este deporte y, aunque me he documentado, pido disculpas de antemano por las meteduras de pata léxicas que pueda cometer al hablar de escalada.
Este descubrimiento se lo debo a mi pareja. Caminábamos, a finales de julio, por la vía verde que une La Pereda con Frechura. Al llegar al penúltimo túnel descubrimos un tablón, un indicador, que llevaba por título La escalada en Frechura. "¿Pero aquí hay escalada?", le pregunté a él, que alguna vez ha escalado y sabe algo más del tema que yo. Me invitó a leer el tablón, que relata cómo en 2007 un grupo de escaladores puso sus ojos en la montaña que alberga ese penúltimo túnel para, poco después, comenzar a abrir vías, que en términos de escalada es ir colocando anclajes sobre la roca para posibilitar una escalada segura. En total, sobre la pared de aquel monte de caliza se habían abierto diecinueve vías, diecinueve formas distintas de subir a lo más alto, con diferentes grados de dificultad, que van desde el 6b al 8 a+ en la escala Fontainebleau, utilizada en escalada en bloque, como es este caso. Aplaudo, por cierto, la originalidad de quienes pusieron nombre a las vías, con ejemplos como Ética sin estética, Miedo ambiente o Como una cabra.
Como mi pareja vio que había hecho todo un magnánime descubrimiento, carne de artículo para esta web, me siguió explicando que justo enfrente, o casi, por encima de Baiña, existen otros sectores de escalada, los de Valmenor y Frae, con otra veintena de vías y que incluso hay o hubo una escuela de escalada en la zona.
Les pregunto una cosa, ¿alguna vez habían escuchado hablar de que en Mieres se pudiese practicar escalada al aire libre, en auténticas montañas y no en rocódromos como el del polideportivo de Oñón? Soy mitad morciniega, de por detrás de ese paraje de Frechura, para entendernos, y mitad de Mieres y nunca había escuchado hablar de la escalada en esta zona. De hecho, si alguien me hubiera preguntado por ello, seguramente le habría respondido que no, que en Mieres no se puede escalar con seguridad al aire libre. Y eso, insisto, lo pensaba alguien mitad de Mieres y mitad de Morcín, no una madrileña recién llegada.
De vuelta a casa, documentándome para este artículo, constaté que si ni los propios mierenses conocemos que en el concejo se puede escalar es, en buena medida, por falta de promoción, de publicidad, de esas vías de escalada. Solo unos pocos blogs especializados en este deporte hablan de las vías de Frechura y de las de Baiña, nada más. La web del Ayuntamiento no recoge, ni en el apartado de Deportes ni en el de Turismo, la existencia de estas vías, lo que no entiendo, ya que se está perdiendo la posibilidad de atraer a Mieres algún escalador foráneo, algún turista, a fin de cuentas. Si nosotros no promocionamos lo nuestro, ¿quién lo va a hacer?
Espero haber contribuido, con estas líneas, a que muchos mierenses hayan hecho el mismo descubrimiento que yo, porque estoy convencida de que esto de la escalada al aire libre y en auténticas vías era desconocido para mucha gente. Ojalá también se comience a promocionar como es debido. Quizás en la escalada está una veta interesante a nivel turístico-deportivo y si viene gente se pongan en marcha nuevas vías, en Frechura o en otros montes del concejo.
Álvarez
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