Cuando un servidor estaba en el ruedo, políticamente hablando, julio y agosto eran meses tan tranquilos como desesperantes. Tranquilos, porque baja la actividad política y desesperantes, porque lo hacía, muchas veces, gracias a gestos tan bonitos como los de algún que otro edil que desaparecía a comienzos de julio y volvía a mediados de septiembre. Comparto la necesidad de tomarse un descanso, pero dos meses y pico me parece un poco exagerado.
Plantear o proponer algo para Mieres en verano era una misión casi imposible. Era sacar algo, o intentarlo, y escuchar frases como el "no hay perres", amparado en que veníamos de las fiestas de San Xuan, o el "no hay gente, total, ¿pa qué?", basado en que muchos mierenses estaban veraneando fuera del concejo. Éramos cuatro gatos los que apostábamos por hacer algo para el verano en Mieres. Se iba mucha gente de vacaciones, vale, pero se quedaba mucha otra y algunos, no sé si muchos o pocos, venían de fuera y pasaban unos días por aquí.
Era el momento ideal para probar cosas, y, por qué no, ir un poco a lo loco. Una persona con mucho criterio, compañero de otro partido, habló de hacer una feria que tomase un poco de la Semana Negra, otro poco del festival de la sardina de Candás y tuviese algo de mercadillo. La propuesta se desechó por falta de presupuesto (y, aquí entre nosotros, de ganas), porque ni tan siquiera quienes gobernaban se dieron el lujo de escucharlo.
Hace unos días escuché en la TPA que Mieres preparaba un mercado marinero. Lo comentaban al hilo de un reportaje sobre el mercado medieval que celebraron hace unas semanas nuestros vecinos de Llena. La misma empresa, una empresa madrileña encargada de organizar eventos, está detrás de llevar el medievo a Llena y de traer el mar a Mieres. Parece una locura de verano semejante al mix de festivales que propuso aquel compañero, pero es que el verano está para probar. Si funciona, genial. Si no, tocará ver por qué no funcionó y ya se buscará otra cosa.
Me alegra que con esto, con las visitas guiadas culturales y distintos talleres para niños y adolescentes se esté rompiendo con aquella terrible tradición política de dejar el verano en blanco, de olvidarse de que por mucha gente que se vaya fuera del concejo, siempre hay quienes se quedan.
Y hablando de quedarse, yo aquí me quedo, con más Paliques políticos a partir de septiembre. Me consta que ha funcionado muy bien este espacio de opinión, me han pedido mantenerlo y como estoy encantado, no me he podido negar.
Les deseo el mejor de los veranos. Cuídense.
ELCARABA
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