Existe un conocido programa de televisión que anuncia cosas que muchas veces no pasan o terminan ocurriendo de otra manera. Es lo que se conoce como cebar. Pienso en ese programa porque puede resultar el ejemplo más claro, pero esta práctica la llevan a cabo muchos medios de comunicación, políticos y hasta quienes dirigen organismos públicos como la Universidad. Personalmente creo que cebar es un error; vale más guardar silencio que crear expectativas en vano.
De las consecuencias que tiene cebar algo sabemos en Mieres un rato. En julio de 2017, hace ya cuatro años y medio, Santiago García Granda comenzó a cebar un posible grado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte para impulsar el Campus de Mieres. El cebo tuvo su efecto más inmediato en una pugna entre Ayuntamientos que García Granda resolvió con un "tranquilos, que ya os contaremos", al que siguió un "vamos a dejarlo hasta abril (de 2019)" pasando por un "Mieres me gusta" y un "Mieres me gusta, pero va a ver que revisar las cuentas", entre otras muchas declaraciones. El rector se fue sin concretar nada, después de decenas de comentarios y valoraciones sobre un grado que pensaba impartir en el curso 2018/2019. De nada sirvió una de las mejores campañas institucionales realizadas por nuestro Ayuntamiento, la de las chapas que abren este artículo, con un mensaje tan claro como rotundo: "Mieres, ciudad universitaria… ¡¡¡Pero de verdad!!!". Porque sí, basta ya de cachondeo con el Campus.
El cambio de rector, en febrero de este año, no mejoró en nada la situación. Para empezar, Ignacio Villaverde evitó pronunciarse durante la campaña sobre el grado en Deportes. Una vez electo, aplazó a otoño toda decisión sobre el Campus y posteriormente fijó diciembre como el mes en el que se conocería si la Universidad va a lanzar o no este grado y dónde. En La Voz de Asturias, el pasado día 23 Villaverde lanzaba un bombazo que ojalá no se quedé en humo: el posible traslado de la Escuela de Ingeniería de Minas, Energía y Materiales desde Oviedo a Mieres, aunque, advierte, "habría que madurarlo". Sobre el grado de Deportes, continuaba con el cebo, al señalar que se tomará una decisión "en los próximos días".
Me pedían los responsables de esta web que el último Palique de 2021 contuviese un deseo para 2022. Creo que he sido lo suficientemente explícito: ojalá 2022 sea el año del Campus. Es hora de volver a luchar por su futuro, de sacar adelante campañas como la del grado en Deportes, y de pelear para que los rectores dejen de cebar actuaciones que nunca llegan a concretarse. Porque, como suele decir a Aníbal Vázquez, "ya que tenemos un Campus, tiene que tener contenidos".
ELCARABA
Comentarios