Cada oficio tiene su "interviú"
Una serie de entrevistas que inauguramos en este número, con profesionales calificados de la Fábrica y de la Mina, para que nos digan cómo es su trabajo. Poco a poco irán pasando por esta página las diversas categorías, oficios y profesiones que llenan la extensa gama de ocupaciones de las gentes que trabajan en Fábrica de Mieres, S.A.".
LA MINA
Habla un caballista
–¿Cuántos años llevas de caballista?
–Unos veinte.
–¿Te gusta tu oficio?
–Me agrada.
–¿Por qué solo "me agrada"?
–Porque hubiera deseado ser electricista.
–¿Por qué no lo eres?
–Cosas de la vida.
–¿Hubo algún minero en tus ascendientes?
–Mi padre fue también caballista. Es uno de los motivos para que aprecie el oficio.
–¿Qué se necesita para ser caballista?
–Lo primero compenetrarse con el compañero de trabajo.
–¿Qué es…?
–Sin duda, la mula.
–¿Cómo se la debe tratar?
–Igual que a un niño.
–¿Cómo se llama la tuya?
–Llamémosle "Piconera".
–¿Usas mucho la fusta?
–Jamás. Le hablo, me entiende y obedece.
–¿La mimas?
–Lo primero que hago todas las mañanas es guardar en el bolsillo un pedazo de pan para ella.
–¿Es inteligente?
–Tiene un instinto finísimo; más de una vez me dejó sin almuerzo, sacándomelo del bolsillo de la chaqueta.
–¿Lo más difícil del oficio?
–Enseñar al animal que uno lleva.
–¿El momento más peligroso del caballista?
–Atrancar los vagones en las "correnderas".
–¿Qué son las "correnderas"?
–Desniveles en el trazado de la vía. En estos sitios tenemos que forrar las ruedas.
–¿Cómo?
–Con trancas de madera o hierro que introducimos en el orificio de las ruedas como frenos.
–¿Accidentes?
–Dos importantes. En uno debo la vida a la mula.
–¿Qué hizo?
–Frenar ella el tren al oír cómo me quejaba.
–¿Cuántos trenes sacas al día?
–Depende de cómo se presente la tarea. Si las cosas van bien, 12 o 14.
–¿De qué protesta más el caballista?
–De muchas cosas.
–¿La más justificada?
–La de tener la vía en malas condiciones.
–¿Qué sucede entonces?
–Que el tren descarrila. También nos molesta que por algún motivo nos cambien la mula.
–¿Por qué?
–Porque uno está ya acostumbrado al animal de siempre. Y al encontrarse con uno nuevo ni él nos entiende ni nosotros le entendemos.
–Entonces, amigo, que no te separen nunca de tu "Piconera".
Las entrevistas de esta entrega, publicadas en Pico Polio |
LA FÁBRICA
Habla un "sangrador" de Horno Alto
–¿Cuántos años junto al Horno?
–Unos seis.
–¿Categoría?
–Peón especialista.
–¿Tu misión?
–Sangrar el Horno.
–Explícate, ¿qué es eso de "sangrar"?
–Significa que cuando la colada está a punto debe abrirse la válvula y cuidar que la sangría se deslice hasta los moldes, sin derramarse.
–¿Labor peligrosa?
–Hay peligro de quemaduras en los pies, a pesar de llevar puesto el calzado de seguridad.
–Dime algo de cómo sale el líquido del Horno Alto.
–Unas veces pacíficamente; otras salpica el incandescente líquido con desesperación.
–¿A qué se debe esa variación?
–Quién sabe. Puede haber varias causas.
–Venga una.
–La escasa dilatación, por ejemplo.
–¿Cuál es el peligro que más temes?
–El reventón de un Horno.
–¿Sucede con frecuencia?
–No, desde luego.
–¿Cuál es la causa?
–Hombre… No soy técnico.
–¿Cómo se sabe que el hierro está en condiciones de llenar los moldes?
–Por los comprobadores técnicos que existen.
–¿Cambiamos un poco el rumbo de la charla?
–Cambiemos.
–¿Por qué adoptaste esta profesión?
–Tiene gracia la pregunta. No vivo del aire…
–¿Te hubiera gustado más otro oficio?
–Nunca he tenido tiempo para pensarlo.
–¿Por qué?
–Nací en una comarca agrícola y no conocí otro mundo más que el del campo hasta que vine a la Factoría.
–Fuiste un desertor del "arau", ¿no?
–Pon "desertor de la monotonía".
–¿Es que tu actual trabajo acaso no es monótono?
–No, porque el hierro que se desliza por los canales nunca es el mismo, ni sale siempre de la misma forma… Y me gusta hacer esto.
–¿Lo que más te agrada de tu oficio?
–Que es caliente en invierno.
–¿Y lo que menos te agrada?
–Que es demasiado caluroso en el verano.
–Contesta sinceramente: ¿te llega el sueldo?
–Menos que el calor, pero voy tirando.
La tarde está encendida. El "sangrador" comenta:
–Cuando trabajaba en el campo, solíamos decir que el sol calentaba como la boca de un horno. Pero pensábamos en un horno de pan, naturalmente.
–¿Y ahora?
–El Horno calienta mucho más que el sol.
Ponemos fin a la charla tomándonos una caña de fresca cerveza.
Portada del número 54 de Pico Polio |
Jaime Huelga García, de quien ya les hablamos en la entrega anterior, firma estas entrevistas, las primeras de una serie protagonizada por los propios empleados de Fábrica de Mieres. Siempre desde el anonimato y con miras a descubrir el contraste entre la mina y la industria, ejes de la actividad de Fábrica de Mieres, esta serie de entrevistas fue uno de los atractivos de Pico Polio, una revista mensual editada por la compañía para difundir aspectos laborales, culturales y sociales entre sus trabajadores.
La revista Pico Polio se editó a lo largo de cinco años, entre 1956 y 1961, en los que vieron la luz más de medio centenar de números. Fue una de las publicaciones más destacadas de una corriente, ligada al paternalismo industrial, en la que se enmarcan otras revistas, como la que centra la próxima entrega de Entrevistas de otra época.
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