Tras haber visto cómo se encuentra hoy el antiguo Álvarez Buylla y contemplado su hipotético futuro, con una ampliación que no llegó a materializarse, viajamos en el tiempo para observar el hospital a pleno rendimiento.
Un hospital al que se entraba por un amplísimo recibidor que hacía las veces de sala de espera, presidido por el busto de Vital Álvarez Buylla y un cuadro, ambos trasladados a Santullano.
El magenta y el blanco eran los colores predominantes en las plantas dedicadas a las hospitalizaciones, con alargados pasillos por los que era habitual ver pulular al personal del hospital.
El centro contaba con muy poco aparcamiento en el entorno del edificio, lo que hacía que fuese habitual dejar el coche en una explanada situada en Muries. El aparcamiento del tanatorio aliviaba también el problema para quienes optaban por el vehículo particular.
📷 Fotografías del 2004:
Cincuenta años del hospital Vital Álvarez Buylla
(ed. hospital Álvarez Buylla)
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