CÓMO HAN PASADO LOS AÑOS: De tiendas por el Mieres de los 80

Años 80. Paz llega a Mieres para trabajar en el hospital. Es enfermera y le han dado una sustitución en el Álvarez Buylla. Natural de León, acaba de llegar a Mieres y nos ha permitido acompañarla en su primer día en el concejo.

Lo primero que ha hecho ha sido dirigirse al Banco de Bilbao, en la calle Manuel Llaneza, esquina con Escuela de Capataces. Allí ha ido a retirar efectivo, porque lo va a necesitar…

Para empezar, y hasta que encuentra piso, ha decidido alojarse en el Hostal Residencia Villa de Mieres, situado en la calle Teodoro Cuesta. Sabia decisión, ya que, a diferencia de otros hostales, este cuenta con habitaciones con baño.

Nada más llegar ha tenido un problema… ¡Se ha dejado su radio en casa! ¡Ella, que no vive sin Los 40! Menos mal que La Casa de la Radio, con locales en Jerónimo Ibrán y Guillermo Schultz, tiene radios y mucho más… ¡hasta modernos "ordenadores personales"!

Mientras camina por la calle ve un edificio en obras y un nombre, Rilo S.L. "Si la sustitución fuera larga, igual me animaba a comprarme un pisito", piensa para sus adentros.

De momento, lo que toca comprar es gel de ducha, esponjas y varias cosas más para el cuidado personal. Y qué mejor que hacerlo en la Droguería Deli, en la calle Carreño Miranda. Es, sin duda, "una buena droguería", en la que se topa con Covadonga y Adolfo dispuestos a atenderla en todo cuanto precise.

Con un par de bolsas recorre Mieres y se detiene en escaparates tan bonitos como el de Mori's, la boutique del hogar por excelencia, en la calle Aller.

También se encuentra con Video Mieres, en la calle Monte Llosorio, un videoclub que maneja una cartera de miles de cintas de VHS. "¡Qué lástima que la pensión tenga tele, pero no vídeo!", se lamenta. Aun así, no duda en entrar a echar un vistazo, ella, que es una cinéfila empedernida.

De vuelta a la pensión, observa que hay publicidad en el buzón del edificio. Con cuidado, saca un folleto de Isidoro Prieto García, concesionario Renault en Mieres. "¡Anda y yo que andaba buscando un R5! ¡Tendré que ir a verlo!" exclama, muy contenta, mientras abre la puerta de su habitación. 

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