Durante décadas Ricastro (o Reicastro)
fue conocido por los mierenses no por ser un lugar formado por unas diez
viviendas y situado al lado de la carretera vieja a Ujo, sino por la escombrera
de Hunosa que albergaba miles de toneladas de residuos procedentes de las minas
de la compañía en el concejo.
Un ir y venir constante de camiones
marcaban el día a día de la escombrera.
En el año 1993 surgió Reicastro S.A., una sociedad anónima creada por Hunosa (que tenía el 51% de sus acciones) y diverso capital privado. Esa sociedad se encargó, durante 13 años, de ir limpiando el terreno, preparándolo para futuros usos.
En el año 1993 surgió Reicastro S.A., una sociedad anónima creada por Hunosa (que tenía el 51% de sus acciones) y diverso capital privado. Esa sociedad se encargó, durante 13 años, de ir limpiando el terreno, preparándolo para futuros usos.
La idea de instalar Rioglass Astur
allí hizo que el trabajo fuese intenso durante unos meses, hasta que se supo
que esa firma se instalaría en Sovilla. En el año 2006, y tras trece años de
labores de limpieza, la escombrera quedó libre de residuos, residuos que por
cierto, fueron quemados en la térmica de La Pereda, generándose así nueva energía.
La escombrera sin escombros fue también tenida en cuenta a la hora de buscar un
lugar para el nuevo hospital Vital Álvarez Buylla.
Hace dos años, y con miras a
reconvertir el terreno en un nuevo polígono industrial, Hunosa inició las
labores de urbanización del mismo, creando una calle, aparcamientos, rotondas,
aceras… El bajo nivel al que había quedado el terreno después de 2006 hizo que
fuera necesario llevar varios camiones con tierra y escombros con el fin de
‘unificar’ e ‘igualar’ la explanada.
Si las condiciones económicas lo
permiten es probable que el polígono se desarrolle en los próximos años, y
decimos probable, ya que también se considera el terreno como lugar para
instalar una central de biomasa. El tiempo dirá.
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