En junio de 2013, hace justo una década, Vega de Arriba dio la bienvenida a los contenedores. Se materializaba en aquel entonces el cambio en el modelo de recogida de basuras y una de las principales actuaciones del equipo de Gobierno liderado por Aníbal Vázquez en su primera legislatura al frente del Consistorio.
Todo comenzó a finales de 2012. En octubre de aquel año, el Ayuntamiento encargó un informe a la consultoría Noega Ingenieros para buscar fórmulas alternativas a la recogida de basuras en cubos, efectuada hasta entonces por el personal de Cogersa, en colaboración con varias empresas propietarias de limpieza, propietarias de los cubos.
Desde la consultoría se sugirió apostar por personal propio y cambiar cubos por contenedores. Se cifró en 1,1 millones el coste de 250 contenedores y en 280.000 anuales el renting de varios camiones. Con estos medios y personal propio, el Consistorio ahorraría unos 420.000 euros al año. La inversión inicial se recuperaría en cuestión de cinco años, a más tardar.
La propuesta solo obtuvo el apoyo de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Mieres y de Comisiones Obreras. Ni el PP, que propuso un sistema mixto con cubos y personal municipal, ni el PSOE, que apostaba por mantener los cubos, apoyaron el cambio. Tampoco lo hicieron FORO, UGT y la Unión de Comerciantes del Caudal.
"Ni es un capricho ni una ocurrencia. La decisión responde a un doble objetivo: mantener en (sic) empleo municipal y cerrar la puerta a la privatización", señalaron desde IU en un comunicado de prensa muy crítico con la presidenta de la Unión de Comerciantes del Caudal, Dolores Olavarrieta.
Propuestas y críticas aparte, los contenedores llegaron a las calles del concejo en junio de 2013. Vega de Arriba y, posteriormente, otros barrios, fueron olvidándose de los cubos, que desaparecieron definitivamente en el verano de hace ya diez años. Muchos de los antiguos bidones fueron enviados reaprovechados en el marco de distintos proyectos solidarios basados en el reciclaje de plástico.
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