CÓMO HAN PASADO LOS AÑOS: Una década sin Telecentro

El 11 de junio de 2014 era miércoles. Aquel día, a eso de las 20:30 h, los empleados del Telecentro cerraban las puertas del local, situado en la calle Teodoro Cuesta. Era la crónica de una muerte anunciada.


Inaugurado en el año 2001, el Telecentro fue concebido como un servicio público destinado a acercar la tecnología y la informática a los ciudadanos. Su financiación y mantenimiento corrió por cuenta del Principado hasta 2011, cuando el Gobierno regional, entonces en manos de Foro Asturias, decidió eliminar las subvenciones que recibían los Ayuntamientos. Lo hizo en un borrador presupuestario que pudo servir de inspiración al Gobierno del PSOE que pocos meses después aprobó una serie de recortes, entre los que se encontró la desaparición de estas subvenciones.


El local en el que se encontraba el Telecentro era propiedad de una constructora y generaba, además de un cuantioso alquiler, unos elevados gastos de mantenimiento. El Consistorio los asumió en 2012. El plan de ajuste del Gobierno local hizo inviable seguir manteniendo abierto el Telecentro. "Hemos intentado sin éxito abordar iniciativas para salvar el servicio en colaboración con los propios trabajadores, pero no se han alcanzado las cotas de socios ni de ingresos que eran necesarias", explicó en otoño de 2013 Juan José Menéndez, entonces concejal de Personal, para justificar un cierre que se vio apoyado por los votos de los diez ediles de IU y los dos de Foro Asturias y que fue duramente criticado por el PP y Podemos, aun sin representación en el Consistorio.


El cierre del Telecentro obligó al despido de tres trabajadores. "Tenemos cerca de 10.000 socios y estamos en un municipio donde más de un 7,5% de la población no dispone de acceso a Internet", señalaban, para justificar la continuidad del Telecentro. Los empleados recurrieron a la justicia, que, cinco meses después del cierre, declaró improcedentes sus despidos. El Consistorio tuvo que hacer frente a un gasto de más de 70.000 euros en indemnizaciones.
El local del Telecentro se convirtió, meses más tarde, en una clínica de fisioterapia.

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