TESOROS DE MIERES: Los veinte años de Mercáu Astur de Cenera (1999-2019)

Esta temporada apostamos por un nuevo apartado que refuerza el bloque cultural, pensado para rescatar del olvido auténticos tesoros relacionados de una u otra forma con el concejo. Llevamos más de dieciséis años hablando de Mieres y en este tiempo hemos acumulado centenares de objetos que merecen ser expuestos. Algunos, porque se cruzaron en nuestros caminos de forma fortuita; otros, por medio de donaciones. Los hay adquiridos con el dinero que deja la web, como un fondo bibliográfico de primer nivel sobre el concejo. Todo ello lo hemos ido guardando porque nos encanta Mieres y nos lo pasamos en grande hablando de Mieres. Y ha llegado el momento de compartir algunos de esos tesoros con ustedes. 
Les advertimos de que algunas entregas pueden desatar sentimientos de nostalgia. Es lo que tienen muchos de los tesoros que vamos a compartir con ustedes a lo largo de la temporada. Bienvenidos y bienvenidas a esta particular exposición virtual.


La segunda pieza del curso nos permite rendir tributo a una festividad desaparecida hace ya un lustro: el Mercáu Astur de Cenera. Con dos décadas de historia, en 2019 se celebró la vigésima y última. La pandemia obligó a no llevarlo a cabo en 2020. Los costes materiales y personales hicieron lo mismo en los últimos años. 
El Mercáu Astur de Cenera surgió en 1999 como una cita de artesanía y folclore que, en aquel primer año, se celebró en abril, coincidiendo con la Semana Santa. Fue al año siguiente, en el 2000, cuando se trasladó hasta el fin de semana anterior a los Mártires, donde se afianzó la tradición de acudir a Cenera a ver el Mercáu, en autobuses de Emutsa llenos hasta la bandera.
Abrimos esta muestra con el programa de 2006, el séptimo Mercáu Astur, que contó con puestos de artesanía, exhibiciones de oficios, folclore, espectáculos de cetrería, de teatro, de acrobacias... 
En aquel entonces subir al Mercáu costaba un euro en Emutsa, un poco más del billete ordinario, que se situaba en 0,75 euros. 
El Mercáu mantuvo su esencia durante las dos décadas en las que se celebró. Entre sus programas más bonitos, superados los de los primeros años, un tanto más simples, en formato díptico, figuran los de los años 2008, en el que el Mercáu fue dedicado a Vítor, artesano natural de Cenera y fallecido recientemente, y el de 2015, que capta a la perfección la esencia que invadía esta aldea en el fin de semana previo a los Mártires.

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