UN LUGAR PARA VIVIR: La Trapa

La división de concejos lleva, en ocasiones, a que un mismo lugar pertenezca a dos parroquias administrativas de dos municipios distintos. Es el caso del que visitamos en esta ocasión, LA TRAPA, dividido entre Mieres y Llangréu, entre las parroquias de Santa Rosa y Ciañu.


A 690 metros de altitud nos encontramos con este lugar, catalogado como caserío, que dista unos ocho kilómetros de Sama y once de Mieres. Compuesto por cuatro viviendas, en él aparece censada, según datos de 2019, una persona.
La división de concejos hace que una de las viviendas, y el camino va hasta allí desde la MI-11, sean, oficialmente, parte de Mieres, de la parroquia de Santa Rosa, y que el resto pertenezca a Ciañu, en Llangréu.
Una vivienda estilo chalet y tres más, las tres de planta baja, componen este lugar, encaramado sobre una pequeña loma, que mira a la Güeria de San Xuan y a las pumaradas en las que Hunosa convirtió antiguos terrenos ligados a la minería a cielo abierto en la zona.

Un paseo sin mucha dificultad por la zona, con cuatro kilómetros de ida y otros tantos de vuelta, lo constituye la propia MI-11, la carretera que comienza en Santu Miano y llega a El Cau, uniendo media docena de pueblos y caseríos, algunos pertenecientes íntegramente a Mieres, como La Cerezal o La Cantera, y otros compartidos con Llangréu, como La Tiyera, El Rebullu o LA TRAPA, este último algo más escondido que los anteriores. Sin apenas tráfico, disfrutarán desde esta carretera de las vistas y de un paraje cargado de naturaleza y con algún que otro vestigio de su pasado industrial y minero.

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