PASÓ EN MIERES DURANTE EL VERANO: Unos sillares ya expuestos, un circo con nueva ubicación, un puente con polémica y unas cuantas cosas más

Tanto si han estado de vacaciones como si no, no deberían perderse este Pasó en Mieres durante el verano, nuestra particular crónica de lo que sucedió en Mieres a lo largo de julio y agosto.

Arrancamos en Villabazal, donde el pasado de mes de agosto se inauguró una pequeña plaza en la que pueden contemplarse los sillares de piedra de la Casa del Convento, un edificio del siglo XVIII que, en estado de ruina, fue derribado por el Ayuntamiento en 2020.

La demolición no impidió que se conservaran los tres sillares que se pueden contemplar en esta plaza, levantada en el solar de la antigua Casa del Convento, en el centro del pueblo. Para acondicionar este espacio fue necesaria una inversión ligeramente superior a los 16.000 euros.

Seguimos en los pueblos, en concreto, en algunos de los que han visto mejorados sus accesos este verano.
Carreteras reasfaltadas permiten ahora llegar a pueblos como La Cantera, El Cau, La Tiyera o El Rebullu, en el alto de Santu Miano, y también acceder a La Rebollá desde la N-630.
En los próximos meses se mejorarán otros viales, como la carretera que lleva al monte Siana, la pista que une Panizales y Ribono o la que permite llegar a Valcenera desde Sobrobio, con un coste de 262.659,54 euros.

Obras aparte, en este verano se produjo la vuelta de los circos al concejo, con un nuevo lugar para ello.
Los terrenos colindantes al polideportivo de Oñón acogieron en agosto un gran circo y las decenas de camiones y furgonetas que acompañan a los artistas en los espectáculos circenses.

Desconocemos si vino gente de fuera del concejo al circo, pero sí sabemos que Mieres reinvidicó su lugar en el Camino de Santiago con la residencia de estudiantes del Campus como nuevo albergue de peregrinos.
El lema Mieres nel Camín, la reapertura del kiosco de turismo de la calle Carreño Miranda y una amplia campaña publicitaria reforzaron el papel de Mieres en la ruta jacobea.

Concluimos este repaso con un asunto que abordamos en la última edición antes de las vacaciones y que ha traído cierta polémica. Hablamos de la reforma del puente que salva el río Arroxo en el paseo fluvial de otro río, el San Xuan.
El suelo del puente, de madera, se había hundido y fue reemplazado por un nuevo suelo, de hormigón, que ha sido criticado por algunos usuarios del paseo, en especial personas mayores, por presentar una curvatura más elevada y un firme con irregularidades. Las barandillas del puente siguen siendo de madera y fueron barnizadas en el marco de estas obras.

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